Cassandro parece ser a la lucha libre mexicana lo que Juan Gabriel es a la música. O así al menos lo quiere creer él, con una energía vital que mezcla humildad y egolatría en su punto exacto. Con el desierto texano de fondo y sus tonos cálidos y secos, el lente de la francesa Marie Losier lo sigue a todos lados. En la cinta de 16mm, la intimidad de este luchador, ya entrado en años y con más lesiones a cuestas de las que quisiera, se ve retratada en los aspectos más mundanos de su vida, pero también en los más espirituales.
El sujeto de este documental transita de mundo en mundo. O más bien tiene un pie en cada uno. Ese desierto que no es ni México ni Estados Unidos es también ese in-between mental y espiritual del luchador: entre lo masculino y lo femenino, la lucha y el retiro, la adicción y la sanación, aunque estas dicotomías tengan a menudo su respuesta en lo humano y la tragedia asociada a serlo. Cassandro, el Exótico es un retrato de un hombre común y sus ambiciones nobles, pero finalmente el retrato de un hombre solitario a través de una cámara íntima que no hace asco a lo mundano ni a lo teatral. Ambas dimensiones parecen encontrar un lugar cómodo en la figura de Cassandro.
La película tuvo su estreno internacional en Acid, sección paralela del Festival Internacional de Cine de Cannes 2018 y en Chile su estreno se realizó en el Festival Internacional de Cine de Valdivia.