Álvaro de la Barra, director de Venían a buscarme: “no siento que vengamos a enfrentarnos con la dictadura”
El nuevo lanzamiento de Miradoc, Venían a buscarme, dirigido por Álvaro de la Barra, reconstruye parte importante de la historia de su vida: el asesinato de sus padres durante la dictadura y la búsqueda de su propia identidad. Se trata de un ejercicio valiente que alimenta uno de los documentales más aplaudidos del último tiempo.
La construcción de la historia familiar de Álvaro De la Barra, cuya vida se desarrolló en Venezuela y París, la ensambla a través del recuerdo de familiares y archivos que va encontrando en su investigación. Según De la Barra, más allá́ de ser un filme político, el filme narra la historia de aquellos niños que partieron al exilio y que fueron alejados de sus familias.
El director y productor del film, respondió algunas preguntas para Bitácora de Cine, donde se refiere a las motivaciones que tuvo para realizar el filme, el punto de vista, y el contexto del Chile actual.
La película parece un acto de liberación. ¿Cómo evalúas el cine como medio de transmisión para esa catarsis?
No siento que sea una liberación, pero entiendo que se pueda pensar eso. No siento esto ya que, a pesar del Tabú, para mi no ha sido un secreto mi historia, yo crecí sabiendo que a mis padres los asesinaron y esto ha sido parte de mi, de mi historia, desde siempre. No sé si el cine deba ser el medio para transmitir las catarsis, para eso hay especialistas en el área. En Venían a buscarme la catarsis puede que esté en la búsqueda de identidad, búsqueda donde quizás me pierda y hasta puede que me encuentre. Aunque termine en el mismo lugar no sería el mismo que empezó la búsqueda, pero cuando uno se pierde esto te permite encontrarte, aunque no lo logres.
El año pasado se estrenó El color del Camaleón, que trata de una historia que parece toparse con la tuya. ¿Te sientes parte de una generación que ha debido encontrar otras formas de enfrentarse con la dictadura?
Existe una generación natural de realizadores, que llegamos con nuevas preguntas, nuevas inquietudes, pero no siento que vengamos a enfrentarnos con la dictadura. O por lo menos yo no me siento así, es una nueva generación que está interpelando a su propio círculo familiar, a los que decidieron por nosotros frente al horror de la dictadura, las acciones que marcarían nuestras vidas y destinos. Porque la dictadura nos marcó a todos, y nos sigue marcando, porque las consecuencias de la dictadura las seguimos perpetuando y mientras nos logremos conversar, no discutir ni enfrentarse en una discusión deslegitimadora que no lleva a ninguna parte como hasta ahora, seguiremos perpetuando las consecuencias y transmitiéndolas a las generaciones venideras.
A pesar de haber crecido en Venezuela, tienes lazos fuertes con Chile ¿Cómo sientes que calza una película como Venían a buscarme en el contexto político-cultural del Chile actual?
Eso está por verse, pero no pensé en hacer ‘Venían a buscarme’ para calzar en ningún contexto, la hice de la manera más personal y honesta que pude, por lo que siento que es una película que va a llegar más (o eso espero) a la familia chilena, como sociedad, como individuos, ya que en todas las familias existen y se pueden ver las consecuencias de la dictadura en lo familiar. Todos tuvimos una parte de nuestra historia fracturada o tocada en algún punto, no todos de la misma manera, pero si nos fijamos bien y nos hacemos nuestras propias preguntas encontraremos cómo encontraremos, esto sin importar en qué contexto político-social sea nuestra familia.
Has dicho que narras desde un punto de vista más “personal” o “tropical”. ¿Cómo afectó esto al relato?
El punto de vista es algo que cuide mucho, porque justamente era en el tono que podía tener presente siempre a Venezuela, aunque no estuviéramos físicamente en Venezuela. El punto de vista es lo que finalmente puede diferenciar a una película de otra, no solo en el documental pero sobretodo en el documental. Al ser Venían a buscarme una búsqueda tan personal, quería mantenerme fiel a mi punto de vista y esa visión con la crecí, sin rencor sin odio, y contar mi historia desde el amor a mis padres, a los que me rodearon y los que voy encontrando. En este sentido, creo que el relato se ve impregnado de una dignidad que viene dada no solo por esto, sino por la dignidad de todos los personajes con quien me voy encontrando en la película.
Has dicho también que el periodo de la dictadura es algo que aún no podemos comprender como sociedad. ¿Crees que es un punto al que llegaremos más temprano que tarde?
En Chile la recuperación por la memoria y la conversación está muy atrasada, existe aún un pacto del silencio, una legislación atrasada y una educación en decadencia que nos va retrasando en este sentido y, pero aun, se va normalizando esta situación, por lo que no se vislumbra que en un futuro cercano lleguemos a comprender como sociedad que tenemos que conversar y hacernos nuestras preguntas: qué queremos ser y cómo lograr esto.
Considerando los anteriores estrenos en otros países ¿Qué impresión ha causado el documental en el público que ha visto la película?
En Argentina donde venimos de estrenar la película recientemente, por ejemplo, la recuperación de la memoria y la justicia está mucho más avanzada y las preguntas y recibimiento de la película fue realmente increíble, fue realmente un gusto y toda una experiencia poder compartirla con ellos. Acá estamos iniciando las proyecciones, pero hasta ahora al menos vemos que la gente está ávida por verla, y poder hacerse sus propias preguntas una vez que ven el documental y conocen mi historia personal, y eso ya me parece importante, espero que puedan verla mucho más gente acá.
Venían a buscarme se encuentra con funciones en todo el país, y en Santiago se puede ver en la Cineteca Nacional, Sala K, y Centro Cultural Casona Nemesio Antúnez.
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