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03 diciembre 2024, 14:15 PM | Actualizado | Chile
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“Antonella: Mis manos, mi voz” (2021): Piensa en mí

Piensa en mí cuando sufras, cuando llores.
También piensa en mí, cuando quieras.

—Luz Casal.

“Antonella: Mis manos, mi voz” (Francisco Jorquera, 2021) es una producción bastante tradicional al momento de presentar su propuesta. Su primer plano retrata a una silla, un foco, una cámara y a su protagonista. Nada más, nada menos. Y no es que necesite algo más. A lo largo de 20 minutos, el cortometraje ganador de la Categoría Nacional en el 8° Festival Internacional de Cine Todos Somos Diferentes presenta la historia de Antonella Díaz, una mujer trans sorda que, por medio de la Lengua de señas chilena (LSCh), comenta cómo logró identificar su identidad en plena infancia, narra su historia con psicólogos, y cuenta la manera en que su familia aceptó su verdadero ser.

Si bien la protagonista relata el apoyo que recibió de sus pares, destaca el haberse encontrado con comunidades de hombres gays sordos y mujeres lesbianas sordas… pero con una triste ausencia de mujeres trans sordas. Ante esta lamentable revelación es que producciones como ésta adquieren una relevancia absoluta. Francisco Jorquera dirige, escribe, hace cámara, sonido directo y monta el cortometraje. Haciendo un trabajo de hombre orquesta, logra plasmar la intimidad de las conversaciones que sostiene junto a Antonella, como si fuera ella misma quien nos invitó a sentarnos junto a ella para relatar su historia, con una simpleza que dota a su testimonio de un sentido colectivo.

Por ejemplo, en un momento del relato, Antonella aborda el simple hecho de cómo el uso de mascarillas debido a la pandemia por COVID-19 —a estas alturas, un símbolo universal del autocuidado en tiempos pandémicos— implicó una gran barrera para la población sorda del mundo; incluso algo de suma utilidad puede generar una problemática en una comunidad para la cual la comunicación no verbal es clave. “El objetivo es que nosotros podamos aceptarnos”, comenta Antonella, haciendo hincapié en la importancia de develar su relato.

El tratamiento documental es bastante directo, con una cámara en mano que sigue a Antonella a través de las calles de su vecindario, camino al bus que la acercará al bar Illuminati, en donde realiza su primer show de transformismo, interpretando a través de la Lengua de señas chilena canciones de artistas como Aretha Franklin y Luz Casal. De esta última, utiliza el clásico tema “Piensa en mí”. En el reconocido reality show competitivo “RuPaul’s Drag Race” (2001—), cuando el lip sync de una canción ocurre, la carrera de la drag queen de fondo peligra; todo depende de la canción. En el caso de Antonella, la performance se queda en el escenario, pero como el título del cortometraje indica, sus manos son su voz. Para ella, es como si todo estuviese en juego, y producciones como ésta ayudan a concientizar historias que ayudan a evitar que sus protagonistas —y personas en situación similar— se sientan en una eterna competencia.

 

 

“Antonella: Mis manos, mi voz” (Francisco Jorquera, 2021) fue parte del 8° Festival Internacional de Cine Todos Somos Diferentes, realizado entre el 31 de mayo al 2 de junio, en donde resultó ganador de la Categoría Nacional.

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