“Belfast” (2021): Dulce inocencia frente al caos
El relato es un viaje por la memoria del director Kenneth Branagh, quien nos traslada a su ciudad natal Belfast, al norte de Irlanda en el año 1968. En esta grandiosa obra se percibe el sentimiento de arraigo a través de los ojos Buddy (Jude Hill), un niño de nueve años que vive parte de su inocente infancia en medio del conflicto norirlandés junto a su familia convencional de clase trabajadora. Comenzamos viendo la actual ciudad de Belfast a color, para luego trasladarnos a aquella época en donde la tecnología se percibía en blanco y negro, así mismo el dulce recuerdo de la infancia marcado por un tormentoso contexto político que constantemente amenaza al protagonista.
La comedia dramática “Belfast” (Kenneth Branagh, 2021) —ganadora del premio Óscar al Mejor Guion Original y nominada a siete estatuillas—, es una cálida historia personal de la niñez sostenida por un trasfondo de guerra civil y atentados de los años sesenta. En esta ocasión el conflicto entre protestantes y católicos en el norte de Irlanda define el destino de los personajes y cada situación vivida a lo largo de la obra, desde los problemas económicos, los conflictos y decisiones familiares, las relaciones entre pares y el panorama social, entre otros. Es una película centrada en el entorno familiar y la identidad territorial, más que un filme político que ahonda en saqueos, barricadas y un cóctel de bombas molotov, los cuales por cierto son representados cinematográficamente de una forma muy estilizada.
El conmovedor filme, a pesar de lo caótico de su contexto, abraza su historia de una manera sensible en donde la familia protagónica retuerce toda forma de peligro, pues la familia de Buddy, siendo protestante, es amenazada por la militancia de su misma religión al no mostrarse a favor de los disturbios contra los católicos del mismo barrio, uno de los principales conflictos de esta historia. Así, también somos testigos de la fuerza y el cariño del núcleo familiar capaz de traspasar fronteras en pro de su propio bienestar, siendo la línea con más valor en la trama, como si fuese un culto a la figura de la familia, en especial a su madre. Y ello queda en claro con la primera aparición de Ma (Caitriona Balfe), quien, en medio del tumulto y la barricada, contiene a su hijo Buddy defendiéndose de los ataques con una tapa de basurero, al estilo de una guerrera.
El filme de noventa y ocho minutos, es una obra muy completa de cine autobiográfico. Concreta una composición visual muy cuidada que ahonda entre espectaculares profundidades de campo, fuera de campos, doble encuadres —recurso que logra mantener unida a la familia a pesar de no estar en una misma situación— y, elegantes movimientos y ángulos de cámara que hacen de ella una magnifica obra que se sostiene de vez en cuando con la simetría del encuadre, revistiendo de belleza tanto el caos como las situaciones más tranquilas. Una lectura visual que fortalece aquella idea que a lo largo del texto hemos apreciado: la familia. Por otro lado, la banda sonora del filme realza las sensibilidades de los personajes y sus situaciones, tanto la música diegética como extradiegética les crea una identidad a sus emociones y personalidades con un gran valor añadido, dotando a esta joya cinematográfica de una tierna remembranza.
“Belfast” (Kenneth Branagh, 2021) se estrenó en salas de cines chilenas el 10 de marzo de 2022.