Cine en línea: Cinco películas esenciales de François Truffaut para conmemorar su natalicio

Un día como hoy, en 1932, nació en Paris el afamado realizador francés François Truffaut. Habiéndose desempeñado como director, guionista, productor, actor, e incluso crítico de cine en la revista “Cahiers du Cinéma”, es considerado como uno de los padres fundadores del movimiento cinematográfico de la Nouvelle vague, conocido por estos lados como “la Nueva Ola Francesa”. Con motivo de celebrar los 89 años desde su nacimiento, en Bitácora de Cine —y con el apoyo de Eyelet Media— les presentamos cinco largometrajes que funcionan tanto como una introducción a la filmografía de Truffaut, como un repaso a algunas de las obras más representativas de su carrera.

 

“Les Quatre Cents Coups” (François Truffaut, Francia, 1959)

Dedicada a la memoria del teórico de cine André Bazin y basada en la propia infancia de François Truffaut, “Les Quatre Cents Coups” narra la historia de Antoine Doinel (Jean-Pierre Léaud), un joven de catorce años que debe afrontar las duras exigencias de su profesor, los problemas maritales de sus padres y, a grandes rasgos, la indiferencia de un mundo orientado al adultocentrismo. Esta película fue clave para el inicio de la Nouvelle Vague, movimiento cinematográfico caracterizado por rechazar la estructura tradicional del cine francés —tema del cual Truffaut había escrito durante años—, brindando así una mayor relevancia a obras de realizadores como Jean-Luc Godard, Agnès Varda, y Jacques Rivette. Además de ser la ópera prima de Truffaut, este largometraje cuenta con el primer rol actoral de Jean-Pierre Léaud, quien posteriormente trabajaría en diversas producciones junto al director francés, e incluso repetiría el rol de Doinel en el cortometraje “Antoine et Colette” (1962) —como parte del largometraje antológico “L’Amour à vingt ans”, producido por Pierre Roustang— y en las películas “Baisers volés” (1968), “Domicile conjugal” (1970), y “L’amour en fuite” (1979).

 

“Jules et Jim” (François Truffaut, Francia, 1962)

Basada en el libro homónimo de Henri-Pierre Roché, “Jules et Jim” nos presenta a Jules (Oskar Werner) y Jim (Henri Serre), dos artistas inseparables que se enfrentan al dilema más grande de sus vidas: enamorarse de la misma mujer. Ante la aparición de Catherine (Jeanne Moreau) en sus vidas, la inquebrantable amistad entre los protagonistas comienza a mutar a un trágico triángulo amoroso. ¿Quién se casará con ella? Por medio de la voz de un narrador omnisciente (Michel Subor), la inigualable banda sonora del compositor Georges Delerue, y una serie de recursos cinematográficos que ahora resultan clásicos del oficio —como el desarrollo de un montaje de carácter rítmico, el uso de diversos movimientos de cámara, y la integración de material noticioso de archivo en una historia de ficción—, François Truffaut desarrolla una de las obras más representativas del cine francés de los sesenta: una celebración al amor y todo lo que se desprende de él.

 

“La Peau Douce” (François Truffaut, Francia y Portugal, 1964)

“La Peau Douce” nos introduce a la vida de Pierre Lachenay (Jean Desailly), un reconocido profesor, escritor, y experto en la obra de Honoré de Balzac que, en pleno viaje laboral a Lisboa, comienza un apasionado romance con Nicole (Françoise Dorléac), una azafata de vuelo. ¿El problema? Franca Lachenay (Nelly Benedetti), su esposa. Dos años después del ritmo dinámico que caracterizó a “Jules et Jim”, François Truffaut baja un par de cambios y construye un delicado drama extramarital que, con algunos aspectos dignos de un thriller, retrata un romance prohibido que —literalmente— despega de manera muy rápida pero no pareciera permanecer por mucho tiempo en las nubes. Contiene uno de los finales más impactantes en la filmografía del cineasta francés.

 

“Les Deux Anglaises et le Continent” (François Truffaut, Francia, 1971)

En esta historia situada en el París de 1900, conocemos a Claude Roc (Jean-Pierre Léaud), un francés de clase media que entabla una amistad con Anne Brown (Kika Markham), una joven inglesa. Tras ser invitado a su casa en Gales, Claude conoce a Muriel (Stacey Tendeter), la hermana de Anne. Cuando ambos se dan cuenta de que están enamorados, su madre (Sylvia Marriott) propone que, para asegurar sus sentimientos, deben distanciarse por un año. Basada en el libro homónimo de Henri-Pierre Roché y narrada por el mismísimo François Truffaut, “Les Deux Anglaises et le Continent” funciona tanto como una secuela espiritual como una antítesis al triángulo amoroso desarrollado en “Jules et Jim”. Así como las vidas de Jules y Jim cambiaron ante la llegada de Catherine, aquí es Claude quien pone en jaque a las dos mujeres inglesas. En palabras de una de las protagonistas, “no es el amor lo que perturba la vida, sino la incertidumbre del amor”. Un bellísimo relato en torno al ímpetu del amor joven en una época de conservadurismo rampante.

 

“Vivement dimanche!” (François Truffaut, Francia, 1983)

Basada en la novela “The Long Saturday Night” del autor norteamericano Charles Williams, “Vivement dimanche!” relata la historia de Julien Vercel (Jean-Louis Trintignant), un agente inmobiliario sospechoso de asesinar a su esposa y al amante de ella. Ante la cobardía de Vercel para afrontar las acusasiones, será Barbara Becker (Fanny Ardant), su secretaria, la encargada de tomar el rol de investigadora y emprender un viaje en busca del verdadero culpable. Teniendo como base la relación de amor y odio entre Vercel y Becker, la película podría clasificarse como un thriller con tintes de comedia, del cual se desprenden múltiples homenajes a elementos de intriga y suspenso que componen gran parte de la filmografía de Alfred Hitchcock, un cineasta profundamente admirado por François Truffaut. Tras una trayectoria conformada por casi treinta producciones audiovisuales, “Vivement dimanche!” resultó ser la última película desarrollada bajo la mirada del realizador francés, quien falleció el 21 de octubre de 1984 a los 52 años, a causa de un tumor cerebral.