26/03/2023

Comunión con el Diablo (2022): Maldición en porcelana.

En la década de los 80, en algún lugar de España, un grupo de jóvenes que se divierten con drogas y alcohol, comienzan a presentar extrañas manchas en su cuerpo que van creciendo día a día. A su vez, algunas cosas inexplicables e incluso tragedias comienzan a ocurrir a su alrededor. Cuando comienzan a cerrar el círculo de circunstancias y a analizar los patrones, se dan cuenta de que todo comenzó con la presencia de una extraña muñeca de porcelana vestida de fiesta de comunión. Pero ¿es posible que su sola presencia haya desencadenado esa serie de fatídicos episodios?

Dirigida por Víctor García (“Hellraiser: Revelations”, 2011), la película deambula por la clásica historia de la maldición y la búsqueda, tanto de la explicación como de la absolución y salvación absoluta, sin dejar de lado los personajes desechables, los héroes, las heroínas, las muertes, las pistas y, por supuesto, el suspenso y terror.

El trío protagonista se va armando conforme avanza la película, teniendo aptitudes y personalidades tan disímiles como suele ocurrir en este tipo de filmes. Sin embargo, logran crear un fiato creíble y fuerte para hacer frente a la pesadilla que se les viene.

El largometraje goza de una muy buena fotografía, pero no así de las actuaciones. Sin embargo, si dejamos de lado que es una historia vista muchas veces, está armada de buena manera, tiene una línea argumental y temporal bien definida, y en general funciona con todos los elementos de una película de terror. La música incidental pasa un tanto desapercibida, pero toma protagonismo en los momentos de más tensión.

“Comunión con el Diablo” (“La Niña de la Comunión” es su título original), tiene una duración de un poco más de 90 minutos, tiempo preciso para contar una historia urbana más que tiene tanto de mito como de realidad. Bien armada, funciona para los amantes de las historias de terror, de muñecas embrujadas y símbolos diabólicos en general.