“El agente topo”: Cría cuervos y te sacarán los ojos

En el “Prometeo cansado”, que es el prólogo del libro de Byung-Chul Han, “La sociedad del cansancio” (2010), se habla de que hoy en día nos hemos vuelto una sociedad de rendimiento, que se violenta a sí mismo, donde se cree tener total libertad, pero que en realidad nos encontramos cada día más encadenados. Y si volvemos a lo que fue la libertad entonces, sobre épocas de antaño, las personas caían como moscas por un sinfín de enfermedades, accidentes y guerras, pero existía dignidad al momento de enfrentar la muerte.

Hoy en día nuestra población envejece y eso para un país podría ser aún más riesgoso que la misma tuberculosis. Porque el país no está preparado para satisfacer las necesidades de su misma sociedad, menos de un rango etario como la tercera edad y eso es por decirlo menos, una situación catastrófica. En el año 2019 se publicó en la página del Minsal que los adultos mayores consumen en promedio cinco medicamentos al día: entre pastillas para sus enfermedades crónicas, el insomnio y la depresión. Hoy en día, con una pandemia en nuestra memoria, esa cifra se ha disparado. Este problema se ha encargado de esconderse debajo de la bandera por mucho tiempo. Porque para algunos existen otros baches en el mapa país, que son mucho más importantes que arreglar.

“El agente topo” (2020), de la directora Maite Alberdi, nos muestra un documental que combina ficción sobre un lado de la crisis social, la soledad y la ingratitud familiar como pistas claves de las causas del deterioro de sus personajes. La historia nos presenta a Don Sergio, un hombre de ochenta y tantos años que debe cumplir una misión por encargo de un detective privado, ser un espía y averiguar si una “abuelita” está en apuros en un hogar de ancianos, conviviendo en ese asilo por tres meses para conseguir su objetivo.

A medida que avanza la historia, este personaje va conociendo los distintos mundos de la desesperanza de llegar a viejo. La demencia senil como consecuencia de ésta soledad, los robos inconscientes entre ellos mismos que entretienen a los demás, porque les da material para hablar al día siguiente. El catolicismo y la fe en los pasillos y habitaciones del lugar, recordándoles que ellos no están solos, que a pesar de todo, su Dios en comparación con su familia nunca los abandonará. Y Don Sergio con todos esos guiños y pistas, adopta no solamente su rol de detective privado, sino de un superhéroe para algunas mujeres que viven allí; conteniéndolas, conquistando el corazón de alguna chiquilla mayor, ayudándolas para que el día se haga más llevadero.

“El agente topo” es un documental de amor, de drama, de comedia; es difícil no sentir empatía por todos esos personajes que están envueltos en una vejez claustrofóbica, situación que por lo demás está a la vuelta de la esquina. La muerte se ha encargado, a lo largo de la historia, en ser para el ser humano el gran villano de nuestras vidas. Las situaciones fúnebres, el dolor de una pérdida, el luto y el recuerdo de alguien que vivió en algún momento y nos hizo feliz y ahora ya no está más con nosotros.

Pero en esta película, destaco la muerte como única salvación para esas personas que fueron ingresadas en un hogar, sin embargo, quien adopta este antagonismo es el tiempo, la espera de poder al fin ser libres y descansar, porque es cruel la vida después de todo. Porque en algunos momentos de lucidez, son consientes de esa crueldad. Aunque vuelvan a su infancia por unos momentos y se comporten como niños, la verdad es que están encerrados y la mayoría sin su consentimiento. Las familias, esa sociedad actual, están con otras exigencias, otras situaciones por las que rendirle al sistema que les cobra; están sufriendo otra crueldad, una más moderna.

La falta de memoria, el encierro, los cinco medicamentos al día: sólo queda la espera de que pase el tiempo, ellos lo esperan sentado sin tener nada más que hacer y cuando llegue la muerte, abrazarla.

 

 

“El agente topo” (Maite Alberdi, 2020) está disponible en OndaMedia.