El impacto del conflicto entre Israel y Palestina en festivales de cine: Polémicas y censura
Décadas de luchas armadas y opresión es lo que la guerra entre Israel y Palestina ha traído al mundo y sus pueblos, incluyendo una enorme cantidad de pérdidas humanas en el transcurso de los hechos. El conflicto se remonta a finales de los años cuarenta, con la partición de la región histórica de Palestina como resolución de la Organización de Naciones Unidas tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Con esto nace el Estado de Israel, cumpliendo con el propósito de ser el hogar del pueblo judío, pero imponiendo una realidad no consensuada con el pueblo palestino.
Con el paso de los años la tensión fue subiendo, históricamente se ha visibilizado cómo la tierra del pueblo palestino fue reduciéndose gradualmente, al punto de tener a la Franja de Gaza en una zona interior del actual Israel, y Cisjordania en el noreste de la región. Respuestas militares y paramilitares empezaron a surgir, llevando el conflicto a distintas escalas a lo largo del tiempo.
Desde 2023 la situación alcanzó un punto crítico, evidenciando la crudeza de la realidad y su constante caída libre hacia una guerra cubierta de sangre. Dentro de nuestro mundo relacionado a la cultura y el cine específicamente, el conflicto entre Israel y Palestina ha traído repercusiones en distintos espacios dedicados a la expresión, limitando muchas veces las voces a simples murmullos que esperan decaigan en el olvido.
Polémica en IDFA
El Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam (IDFA en sus siglas en inglés) es uno de los certámenes más grandes del mundo vinculados a este formato cinematográfico. Históricamente, IDFA se ha posicionado como un festival abierto en sus voces políticas, siendo un ejemplo reciente su tajante condena a los ataques en contra de Ucrania por parte de Rusia.
Sin embargo, en 2023 la situación fue distinta, el certamen fue el primer evento cultural de esta importancia realizado tras los ataques ocurridos el 7 de octubre en Israel, por lo que la polémica por la crisis era inevitable. Durante la noche inaugural del festival, tres manifestantes de origen palestino interrumpieron al director artístico de IDFA y mostraron una bandera con el slogan “Desde el río hasta el mar, Palestina será libre”, una consigna asociada a la causa palestina.
Según expertos en estudios árabes consultados por Maldita.es, la frase tiene múltiples interpretaciones según su uso y contexto, que va desde los entornos del sionismo hasta el activismo pro-palestino, y no existe un consenso sobre la misma.
A raíz del hecho, la polémica estalló por completo durante toda la realización de IDFA, directores israelíes y estadounidenses criticaban a la organización por no hacer algo al respecto contra posiciones que, a su visión, aprobaban la desaparición de Israel. Posterior a la manifestación en la noche inaugural, la organización del festival publicó un comunicado donde criticaron el mensaje de la protesta y se desmarcaron de lo acontecido, rechazando la situación.
En base a la respuesta de la organización, distintos cineastas palestinos como Basma al-Sharif, Mohamed Jabaly, Yara Yuri Safadi, entre otros, optaron por abandonar competencias y no presentar sus películas en el festival, manifestando su rechazo y su sorpresa a sabiendas de que IDFA se considera un espacio abierto para la libertad de expresión.
A su vez, el Palestine Film Institute realizó un comunicado lamentando lo sucedido en IDFA, justificando también que la protesta se dio a raíz del silencio del festival desde el inicio de los ataques, acusando que la organización en su carta criminalizaban injustamente la voz y narrativa palestina.
La organización del festival trató de enmendar la compleja situación lanzando otro comunicado más elaborado, haciendo énfasis en el espíritu de IDFA como una plataforma abierta y no de censura, empatizando con el dolor de ambas partes involucradas en la crisis que sufre el territorio.
Exhibición audiovisual en Cinépolis por la Embajada de Israel en Chile
Cronológicamente, este hecho fue previo a la realización de IDFA, precisamente el lunes 6 de noviembre de 2023. La situación de hecho se dio en Chile, en un contexto en el cual la Embajada de Israel realizó una invitación a una exhibición privada en una sucursal de Cinépolis.
En dicha exhibición se mostrarían imágenes captadas en video por parte de las fuerzas israelíes y algunas cámaras de velocidad, en las cuales se mostraba de forma explícita la violencia que ocurrió en los ataques a Israel el 7 de octubre. El caso levantó polémica y distintas voces se manifestaron al respecto.
La diputada del Frente Amplio, Maite Orsini, a través de su cuenta de X, tildó de “miserables” a las personas detrás de esta iniciativa. Por su parte, el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, señaló que “sorprende ver que hay gente que intenta evitar que mostremos lo sucedido, especialmente porque algunos hasta lo han justificado”.
En la declaración completa, Artzyeli dice lamentar la muerte de inocentes en Israel y Palestina. Según la BBC en un artículo publicado en abril del presente año, el número de fallecidos en Israel alcanza las 1.200 personas, mientras que en lo que corresponde a Palestina (Franja de Gaza principalmente), el número asciende a más de 32.000 personas, esto en base a datos oficiales entregados por la ONU el 29 de marzo.
Berlinale 2024
Sin duda, la 74° edición del Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale) atrajo miradas de todo el mundo por su seguidilla de polémicas de inicio a fin en torno al conflicto palestino-israelí. Desde la partida, la organización optó por no mencionar la libertad de expresión como uno de sus valores principales.
Se enviaron cartas a la organización por su complicidad con el gobierno alemán y su constante censura a las voces palestinas que buscaban manifestarse. A raíz de la nula respuesta de los directores del festival, una larga lista de realizadores optaron por retirar sus proyectos de las distintas categorías de la Berlinale.
Los hechos que levantaron más miradas fueron los que acontecieron en la jornada de cierre del festival, primero con el discurso de Mati Diop, ganadora del Oso de Oro de la edición, quien manifestó abiertamente su solidaridad con el pueblo palestino.
La situación más particular vino con la cinta ganadora del Premio a Mejor Documental, “No Other Land”, dirigida por un colectivo que integra cineastas palestinos e israelíes. En su discurso, Yuval Abraham, cineasta israelí, realizó una reflexión sobre su par palestino Basel Adra:
“Estoy bajo la ley civil; Basel está bajo la ley militar. Vivimos a 30 minutos el uno del otro pero yo tengo derecho a voto, Basel no tiene derecho a voto. Soy libre de moverme donde quiera en esta tierra, Basel, como millones de palestinos, está encerrado en la ocupada Cisjordania. Esta situación de apartheid entre nosotros, esta desigualdad, tiene que terminar”.
El discurso fue ovacionado por gran parte del público, mientras que otro sector optó por los abucheos. La Ministra de Cultura de Alemania, Claudia Roth, fue criticada por aplaudir el discurso de los cineastas, sin embargo, posteriormente aseguró solo haber aplaudido las palabras del realizador israelí. El alcalde de Berlín, Kai Wegner, catalogó de “antisemitas” los discursos de cierre de la ceremonia.
La IHRA (Alianza Internacional Para el Recuerdo del Holocausto), definió la palabra antisemitismo como “una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”.
En los discursos de las y los cineastas en Berlinale no hubo ninguna expresión de odio contra el pueblo judío, ni a sus tradiciones religiosas ni a su derecho a existir. La crítica a las acciones políticas israelíes no es antisemitismo.
Protestas contra Festival Internacional de Cine Israelí SERET
El Festival Internacional de Cine Israelí SERET ha estado bajo el ojo del huracán, no solo a raíz de la crisis entre Israel y Palestina, sino desde sus inicios. Se ha criticado el uso de la cultura y el arte como una forma de maquillar las acciones del gobierno de Israel contra Palestina y la agrupación Hamás, siendo además financiado por el mismo gobierno.
Desde el anuncio de su realización en 2024 en distintos países que incluyen España, Inglaterra, Chile, entre otros, el Festival ha generado diversas reacciones en los territorios en los que se lleva a cabo. En España se exigió con manifestaciones la cancelación del evento, lo mismo sucedió en Inglaterra, donde el cine Phoenix -uno de los más antiguos de Reino Unido-, iba a exhibir un documental sobre la masacre del Festival Supernova. Este amaneció con escritos en rojo que decían “Di no al artwashing” (uso del arte de manera positiva para distraer).
Los cineastas Ken Loach y Mike Leigh retiraron su apoyo económico al tradicional cine según comunicaron al diario The Guardian. En Reino Unido, la cadena de cines Picturehouse se desmarcaron de SERET. De momento, no se han realizado posicionamientos en lo que respecta a Chile, ya que el Festival se realizará en noviembre.
La voz para las y los palestinos
Buscar el espacio para la difusión de la realidad palestina es una misión para las y los integrantes de sus comunidades, y en el arte no es excepción. En Chile, existe el Colectivo Al-Auda, que en árabe significa “El retorno”. Se trata de una organización sin fines de lucro dedicada a crear, estudiar, estimular, promover, coordinar y difundir iniciativas destinadas al fomento del arte y la cultura árabe, especialmente la Palestina, con la comunidad local.
Consultados por las distintas acciones y hechos acontecidos en torno al área cinematográfica -incluyendo aquellos que revisamos en este artículo-, la agrupación entregó su reflexión. “Israel utiliza abiertamente la cultura como forma de propaganda para encubrir o justificar el régimen de ocupación y colonialismo ejercido sobre el territorio Palestino, instalando el “antisemitismo” como herramienta de presión social. Se crea un panorama poco alentador para que instituciones o artistas denuncien, presionen o se posicionen en contra de Israel”, aseguran.
“A propósito de la crisis humanitaria en Gaza, nació “Cinema for Gaza”, un grupo de cineastas y periodistas que ha logrado recaudar más de 315.000 dólares en ayuda médica y que tiene a celebridades en la primera línea, como son Tilda Swinton, Annie Lennox, Guillermo del Toro y Joaquin Phoenix”, añadieron.
Con respecto a la posición institucional y de espacios para la difusión de la voz palestina, el colectivo manifestó que “sentimos que es un deber ético del rubro de la cultura y el arte sentenciar el genocidio que está llevando Israel en contra del pueblo palestino”.
Sumado a esto, añadieron lo siguiente: “Palestina no es sólo un pueblo que vive una miseria, tiene tradiciones y una riqueza cultural muy diversa en un variopinto de expresiones tales como la producción cinematográfica, que sin ir más lejos fue una de las primeras junto a la egipcia y siria en posicionarse dentro de Medio Oriente y el Norte de África”.
“Nos gustaría que la institución cultural y cinematográfica deje de pasar desapercibida con el tema y den más oportunidades para alzar la voz por la causa palestina”, cerraron.
A nivel local, existen agrupaciones especializadas como “Cineastas por Palestina “que han tenido importantes espacios de muestras cinematográficas tanto en el Centro Arte Alameda como en el Centro de Cine y Creación (CCC) y Centro Cultural de Ñuñoa, entre otros. En lo que respecta a festivales, en la 31º edición del FICValdivia, a realizarse entre el 14 y 20 de octubre de este año, ya se anunció la presencia de cine palestino con distintos especiales y focos a cineastas.
El impacto del conflicto entre Israel y Palestina se ha sentido profundamente en el ámbito del cine y la cultura. Los eventos recientes en festivales como IDFA y Berlinale, así como las exhibiciones organizadas por diversas instituciones, han puesto de manifiesto las tensiones y divisiones que genera.
Es crucial reconocer la complejidad de este conflicto y el impacto que significa para dos pueblos. En el ámbito cultural y cinematográfico, la libertad de expresión y el diálogo abierto son fundamentales para entender y representar las realidades de todos los involucrados. A través del arte y el cine se puedan encontrar vías para el entendimiento y la empatía, reflejando las experiencias y voces de quienes viven este conflicto que, de momento, no ve un final.