“Habeas Corpus” (2015): La contrainteligencia de la dictadura militar
Durante el golpe militar chileno de 1973, la iglesia católica, bajo la solicitud del cardenal Raúl Silva Henríquez, y, un grupo de profesionales defensores de los derechos humanos funcionaron entre 1976 y 1992 como la “Vicaría de la solidaridad”, una entidad que se encargó no solo de oficializar y archivar las denuncias de las víctimas de la dictadura, sino que además asistió y dio amparo a todos y todas quienes lo requirieran. Así, con el paso del tiempo operaron también como servicio de inteligencia contra la dictadura, visibilizando la existencia de los detenidos desaparecidos ejecutados por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), militares y el comando de Pinochet.
“Habeas corpus” (2015), el documental dirigido por Claudia Barril y Sebastián Moreno, retrata una de las organizaciones más importantes que actuaron contra los vejámenes de la dictadura, la “Vicaría de la solidaridad”, conformada por la iglesia católica, doctores, abogados y asistentes sociales que se dedicaron a registrar y se arriesgaron a investigar los casos de violaciones de los derechos humanos de la dictadura. La historia de la organización es contada en primera persona por sus funcionarios, y es respaldada por la documentación de la época, contando con archivos sonoros, fotografías, planos, mapas, expedientes, fichas y escrituras que ellos mismos hicieron con el fin de resguardar la vida de los perseguidos políticos, encontrar a cada detenido desaparecido para ser devuelto a sus familiares e investigar a los precursores de cada violento caso político-militar, con el fin de identificar cómo y los lugares donde actuaban.
La historia de la vicaría es en sí interesante, cuenta con un valor social que perdura hasta el día de hoy, y el largometraje expone su realidad de una forma cien por ciento creíble, siendo una exposición no tan cruda que nos permite reflexionar sobre lo importante que es contar con una entidad que se preocupe de los derechos humanos cuando estos mismos están siendo violados por el mismo gobierno. A lo largo del recorrido, nos damos cuenta de los riesgos a los que se enfrentaban los funcionarios de la vicaría, y sus métodos de inteligencia para poder sobrellevar el peligro y llevar a delante las investigaciones a los principales agentes represivos, los centros de tortura y detención, y cada uno de sus secretos.
El filme de 73 minutos cuenta con una participación bien completa de testimonios, en donde abogados, porteros, asistentes sociales, entre otros, dan cuenta de lo que hicieron y cómo vivieron su trabajo dentro de la vicaría. Es interesante cómo es registrada la entrevista a cada funcionario, ya que hacen uso de un interrogatorio, como si de un trabajo de confesión policial se tratara, otorgándole su debida tensión al momento. Y así mismo, resulta interesante el trabajo de reconstrucción de escena de los casos que llegaban a la vicaría, el cual, un imaginario que se hizo a través de fotografías a figuras en miniatura de soldados y civiles, que representan el horror de la dictadura. “Habeas Corpus” es sin duda, una recuperación de los temas de derechos humanos y un reconocimiento a la labor de los y las vicarias de la horrorosa dictadura cívico-militar.
Tanto la “Vicaría de la solidaridad” como el filme “Habeas corpus” cuentan con la participación del recientemente fallecido abogado Roberto Garretón, quien, junto a sus compañeros y compañeras, fue un influyente defensor de los derechos humanos en Chile y Latinoamérica.
“Habeas Corpus” (Claudia Barril y Sebastián Moreno, 2015) está disponible en Ondamedia.cl