“Hope, Soledad” (2021): Las heridas de la migración
Tras volver a sus tierras mexicanas, específicamente a Oaxaca, Hope (Frida Cruz), una solitaria adolescente deportada que cruza la frontera de Estados Unidos sin rumbo, se encuentra casualmente con Soledad (Karen Daneida), quien vive el proceso de emigración de su esposo. Ambas, sin conocerse y de mundos opuestos pero con una conexión ancestral e indígena, se dirigen a la peregrinación de la virgen de Juquila, donde no solo se reencontrarán a sí mismas a través del milagro y la sanación, sino también transformarán este vínculo que se pensaba inexistente, encontrando la una en la otra un alguien en quien confiar, calmar sus penas y brindarse mutua compañía de la manera más ingenua.
“Hope, Soledad” (Yolanda Cruz, 2021) es una película que, al estilo road-movie, explora en las andanzas de dos mujeres que buscan sanar sus dolores, atravesando una transformación intensa de sus nociones y almas, un viaje de enseñanza que las ayudará a encontrar su lugar en sus propios mundos, despojándose de lo que las abruma. La peregrinación hacia la veneración de la santísima las conecta de una forma inigualable y sensata, las enlaza como hermanas en esta búsqueda de consuelo y esperanza a ojos de una santa madre. También las une con sus raíces, avivando sus sangres indígenas.
El filme entrelaza la ficción y el documental al relatar una historia ficticia que transita por escenarios y situaciones reales. “Hope, Soledad” está en constante comunicación con las tradiciones de la comunidad chatina y oaxaqueña de México, sus ritos, sus creencias y sus vivaces paisajes visuales y sonoros que se entrañan en los bosques, ríos y hogares de la cultura mexicana. Es una película comunitaria que trabaja la temática de la soledad, la cultura ancestral y la migración, el proceso que las personas viven al retornar a sus tierras de origen, y el proceso que viven las personas que se quedan dentro del país tras la despedida de sus familiares, como es el caso de sus protagonistas.
El largometraje de setenta y nueve minutos ahonda en un México solidario, que se deja descansar sobre el milagro y una tradición mestiza que converge desde lo católico y lo pagano. La sólida historia que vive Hope y Soledad es acompañada por una diversidad cultural que refleja el estado pluricultural de aquella zona mexicana; es una película trilingüe en donde el chatino, el español y el inglés conviven diariamente. Todas y todos los personajes presentes están arraigados fielmente a su cultura, la fe está a flor de piel y es lo que incita a sus protagonistas a seguir adelante hasta cerrar sus propios ciclos. La película atrae porque Hope y Soledad son dos mujeres que se pierden en los parajes oaxaqueños hasta encontrarse a ellas mismas, con un trasfondo religioso que las sostiene, un entorno natural que las acompaña y un arraigo cultural que las mantiene unidas.
“Hope, Soledad” (Yolanda Cruz, 2021) se exhibió el jueves 16 de junio en el Centro Cultural de España, inaugurando el ciclo “Wüñol Tripantu” del Festival Internacional de Cine y las Artes Indígenas en Wallmapu (FICWallmapu).