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21 noviembre 2024, 10:20 AM | Actualizado | Chile
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Jaime Córdova, Director del Festival de Cine Recobrado: “Estamos rememorando el viejo ritual tradicional de asistir al cinematógrafo”

El Festival de Cine Recobrado es una excepcionalidad en el circuito de Festivales de Chile e incluso del mundo. Desde 1997 ofrece a cinéfilos/as y a la comunidad porteña, oportunidades únicas para acceder a las proyecciones de cintas emblemáticas de la filmografía nacional e internacional. Su trabajo de rescate ha permitido recuperar obras que se consideraban perdidas y del mismo modo, ofrece visionados que permiten preservar la memoria cinematográfica con una experiencia lo más cercana a lo que fueron los orígenes del cine.

Conversamos con Jaime Córdova Ortega, Director del Festival de Cine Recobrado de su nueva edición, sus proyecciones y las labores asociadas al rescate cinematográfico.

– Jaime, muchas gracias por aceptar la invitación de Bitácora de Cine. Para comenzar, nos gustaría conocer tus sensaciones ad portas de la vigésimo séptima versión del Festival de Cine Recobrado ¿Cómo se siente el equipo con esta nueva edición y sus expectativas con el público?

“Personalmente, puedo decir que me siento con 200 años encima, con las preocupaciones, reveses, silencios, rechazos, por parte de autoridades e instituciones que en su momento comprometieron su participación, pero que gradualmente fueron desapareciendo. A pesar de todo eso, de que a comienzos de año no teníamos un solo peso para la nueva versión, poco a poco hemos ido gestionando con el ministerio y otros recursos de fondos municipales, un presupuesto que nos ha permitido ejecutar esta versión número 27 del Festival de Cine Recobrado de Valparaíso. Una trayectoria que nos posiciona como el único festival en Sudamérica dedicado al rescate y difusión del patrimonio fílmico nacional e internacional de forma ininterrumpida”, asegura el Director.

“Estamos con muchas ganas, porque la programación tiene varias sorpresas y yo creo que esas ganas, nos mantienen en pie para seguir trabajando y compartir con el público los hallazgos y cintas de los archivos colaboradores”, añade. 

– ¿Cómo asumen y desarrollan su misión de rescate y difusión del archivo fílmico que los posiciona como un festival único en Sudamérica para la memoria y el patrimonio? 

“Primero, asumimos que a ninguna autoridad en Valparaíso le interesa este trabajo. Partiendo desde la municipalidad, universidades y otras instituciones. Los organismos que deberían preocuparse de la educación y del fomento a este tipo de actividades culturales, hoy son meros administradores de recursos. Son contadores que no están interesados en actividades culturales, sino simplemente en que los recursos que van a representar a su institución sean lo más visibles posibles o bien, restarse de este tipo de actividades y centrarse en lo más personal o institucional”. 

“Este es un festival particular, que no depende de ningún partido político ni institución. Seguimos fiel al espíritu de Alfredo Barría en 1997, de crear una instancia cívica, plenamente ciudadana, que es lo que a la municipalidad le cuesta entender, que este festival es ciudadano y en base a eso, no somos útiles para el proselitismo político, para sacarse fotos o lustre a ninguna institución. Somos una piedra que estorba en el zapato. Existimos, pero sin compromisos institucionales cuesta que tengamos un patrocinio o apoyo constante. Cuando ha existido este apoyo, ha sido más a las personas con voluntad de colaborar que a las instituciones”.

– ¿Cómo comenzó esta misión tuya de rescate y restauración de obras? Tan atractiva y llamativa para los cinéfilos/as.

“Tiene que ver con un tema de crianza. Al haber sido criado por los abuelos, uno recibe una carga valórica y mirada distinta de la vida. Y sobre todo del pasado. Siempre me crie escuchando tango y viendo películas antiguas bajo la tutela de mis abuelos. Ese amor por la historia, por el pasado, me ha llevado a hacer lo que hago hoy en día. Pero no creo que tenga un mérito particular más que la voluntad de rescatar, para preservar, para compartir, para dar a conocer y realizar un aporte al ámbito cultural chileno en lo cinematográfico. Y si uno ha tenido la suerte de encontrar estas películas, es porque ha sido algo circunstancial o bien es la misión que se le encomienda y uno tiene que seguir adelante”.

– Ustedes apuntan al rescate y restauración de obras emblemáticas e históricas ¿Cómo se llevan a cabo esas labores más allá del festival y de la proyección?

“Trabajamos principalmente con la Cineteca Nacional, haciendo las restauraciones fotoquímicas en algunos casos o bien restauraciones digitales. Como este corto que exhibiremos en esta versión del festival, que es la primera animación del cine chileno, “El traspaso del mando supremo” (1921) y también la película “Incendio” (1926) filmada en Valparaíso. Ahí hemos hecho restauraciones digitales, las cuales pretendo, en algún, momento postular a fondos para convertir esos archivos digitales en archivos fílmicos. Obtener negativos de esas películas para que cuenten con su soporte físico, porque es la única forma confiable que esas películas se conserven en el transcurso del tiempo. El archivo digital tiene sus días contados, cada 5 años hay que estar migrando los archivos a otros soportes digitales. Mientras que la película en 35 mm, puede durar entre 300 a 500 años en buenas condiciones de almacenamiento. Esa es la gran diferencia entre restaurar digitalmente y en soporte físico”.

– Y ¿Qué implica ejecutar este trabajo en la era de la digitalización?

“Probablemente, ni tu ni yo vamos a poder ver la importancia de lo que estamos haciendo. Estoy consciente de que estamos haciendo historia, el Festival de Cine Recobrado es un festival que hace historia, en el cine chileno y en el cine mundial, por ejemplo, con el hallazgo de la película de John Ford. Pero creo que ni tu ni yo, vamos a alcanzar a ver los alcances de lo que hacemos hoy en día. El tiempo se va a encargar de eso y dará la respuesta a la pregunta que me acabas de hacer. Yo por mi parte me siento contento y honrado de aportar desde mi área a la reconstrucción del cine chileno”.

– Este festival también defiende la experiencia de ver una película en “pantalla grande” y de la proyección fílmica ¿Cuál es el valor de la percepción sensorial en sala que es tan relevante en la cinefilia?

“Cuando vamos a una sala de cine comercial es otro tipo de luz, otro tipo de proyección. Es electrónica, digital. Con puntos, con ceros, con bits, con pixeles. Mientras que la proyección fílmica es fotográfica, de una imagen que ha sido formada fotográficamente en la superficie de una película, cuya conformación de la imagen está hecha por granos de emulsión de sales de plata y ya es una diferencia enorme, entre una imagen fotoquímica y una imagen digital. La invitación es experimentar esta proyección debido a que, desde el año 2014 se acabó el tránsito comercial de los soportes fílmicos, hoy todo es digital. Y por supuesto, podemos ir a varios lugares y estar en instancias de una “pantalla grande” todos juntos viendo una película, pero el cómo se proyecta o bajo qué condiciones se proyecta la película, es lo que diferencia a este festival de cualquier otra instancia”. 

“Estamos rememorando un viejo ritual tradicional, que es asistir al cinematógrafo, ver bajo las mismas condiciones que los hermanos Lumière propusieron en 1895 la proyección y reproducción de imágenes fotográficas. Esto es lo que rememoramos, no sentarnos a ver una pantalla de televisión gigante que son las nuevas salas o las nuevas formas de proyección. Ni siquiera podría decir películas digitales, es un contrasentido, ya no existen las películas en términos estricto de la palabra”.

– Este festival se destaca por su programación ¿Cómo se lleva a cabo ese trabajo de programación y curatorial con enfoque patrimonial?

“Contamos con el apoyo de los archivos cinematográficos del país. Archivo patrimonial de la USACH, Cineteca Nacional, Archivo de la Universidad de Chile, Archivo de Universidad Católica de Stgo. También nos envían material desde la Cineteca de Bolonia, hay una franja con varios cortometrajes filmados el año 1900, registrados en diversas regiones de Italia. Una asociación que tenemos hace más de 10 años. También colabora la Filmoteca de Buenos Aires y más el archivo que tenemos nosotros, unos 4000 rollos de película donde vamos armando, revisando el material y proponiendo películas y líneas temáticas año a año. Por ejemplo, la versión del año 2024 estará dedicada al director sueco Ingmar Bergman, ya tenemos armada la retrospectiva en fílmico con algunas de sus películas más significativas. Vamos a exhibir “Lawrence de Arabia” (1962) en fílmico, “Encuentros cercanos del tercer tipo” (1977), “La danza de los vampiros” (1967) y “Lo que el viento se llevó” (1940). Todo esto porque celebraremos los 100 años de la Columbia y los 100 años de la Metro Goldwyn Mayer, además de muchas sorpresas para el próximo año”.

– Queríamos conocer y difundir la versión 2023 y nos dejaste entusiasmados con la versión 2024.

“Y el 2025 estará dedicado a Akira Kurosawa”.

– Nos dejaste 3 años ya entusiasmados.

“Lo que sucede es que uno no puede trabajar sobre la marcha. Y se tiene que planificar a 2 o 3 años. Para postular a fondos, conseguir las películas y/o expositores”.

– ¿Qué te gustaría destacar en la programación de esta nueva edición? Literal en ocasiones se trata de funciones única que la gente tiene la posibilidad de asistir.

Hace unos días difundíamos por qué la gente debe ir a ver “Fantasma de amor” (1981) de Romy Schneider. Uno de esos motivos es que la proyección es en fílmico y probablemente nunca más en la vida, podrán ver esa copia proyectada en 35 mm nuevamente. En esta ocasión contamos con 6 películas en la franja del medio día de Romy Schneider. Una de las actrices más dotadas y completas, además de complejas del cine europeo”.

Tenemos una retrospectiva del director José Bohr, revisaremos algunas de sus obras cronológicamente. Programamos igualmente una franja dedicada a los 50 años del golpe de estado, pero no son películas que tomen directamente el golpe, sino que va a ser una mirada contextualizada de cómo y por qué ocurre y las consecuencias.

También preparamos una franja de cine mudo, donde veremos por ejemplo funciones de cortos italianos del año 1900 musicalizados en vivo gentileza de la Cineteca de Bolonia. Además, realizaremos la franja llamada “Delicias del terror”, con clásicos como “El gabinete del Doctor Caligari” (1920) de Robert Wiene, con musicalización en vivo gracias a una partitura diseñada especialmente para esta ocasión a cargo de Carla Díaz.

Para cerrar, el domingo 29 en el Parque Cultural de Valparaíso la cinta “Calles de fuego” (1984) de Walter Hill, cinta homenaje a “Más corazón que odio” (1956) de John Ford. También se desarrolla un simposio en Duoc UC Sede Viña del Mar, dedicado a los hermanos Bustamante, cineastas nacionales que la gente no conoce para que puedan estar con los estudiantes de cine. Y tendremos el lanzamiento de libros de investigaciones y el vinilo con la banda sonora de “Tres tristes tigres” (1968) de Raúl Ruiz. Habrán actividades para todos los gustos”.

Agradecerte Jaime por esta conversación y dejarte una última oportunidad para invitar a las personas a asistir al Festival.

“Me gustaría destacar que la clausura de nuestro festival será la proyección de la primera cinta de dibujos animados chilena de 1921 y que estuvo 102 años perdida, musicalizada en vivo por Valentín Trujillo. También musicalizará un documental de 1921 que también estuvo perdido y que registra el viaje de marinos norteamericanos y chilenos a bordo del buque escuela Baquedano. Por lo que vamos a ver la bahía de Valparaíso filmada desde el mar. Una experiencia fantasmagórica”.

Que hermoso y significativo ese momento cuando mencionas “estaba perdido” y que lindo lo que sucede a continuación. Que reconfortante sensación y creo que es precisamente el rol de la memoria, ya está con nosotros.

“Esas películas dejaron de ser mito y son una realidad, están de vuelta”.

Fotografía por Martín Canessa

Fotografía por Martín Canessa

El Festival de Cine Recobrado se está llevando a cabo desde el 23 de octubre y se extenderá hasta el domingo 29. Conoce más detalles y todo acerca del Festival en su sitio web

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