Jordan Firstman de Rotting in The Sun (2023): “Sebastián es muy consciente de sí mismo y crítico del mundo (…) Y yo le enseño a ser un perdedor en la vida”

Jordan Firstman puede ser un nombre no tan reconocido en circuito de la comedia latinoamericana, pero con 805 mil seguidores en Instagram, está claro que es una figura potente en redes sociales, todo un personaje que, a través de un encuentro casi predestinado, realiza Rotting in The Sun (2023) con el cineasta chileno Sebastián Silva. Ambos nos llevan por un bizarro viaje a los inicios de su amistad que va mutando por el actuar de un variopinto de personajes, todo ambientado en un México tradicional y bohemio. 

Apenas termina la película, surge la duda sobre qué es ficción y qué es realidad de la relación entre Sebastián y tú…

Nos conocimos de una forma muy serendípica porque de hecho ví Crystal Fairy y el Cactus Mágico (2013) la noche anterior a conocerlo, en donde rodamos, aunque no creo que fuese tan loco como en la película. Nuestra dinámica se muestra más elevada de lo que es en realidad, los dos podemos desencadenar cosas en el otro; por mi parte tengo un positivismo en el que Sebastián no cree. En la vida real nos hemos tomado gran aprecio, hacer este filme juntos nos unió más, y si bien es ficción, cada vez que lo veo encuentro que nuestra dinámica sigue siendo similar, aunque con más cariño el uno por el otro. 

¿Se puede decir que es una especie de relato sobre “frenemies” (amigos y enemigos a la vez)?

Sí, claro, me parece chistoso. La gente se pone triste cuando Sebastián ya no está por ahí (en pantalla) porque aman la dinámica, hay una chispa cuando nos juntamos, e incluso en la vida real, hay una energía potente, aunque tenga cero sentido.

¿Hay algo que tu personaje tome del personaje de Sebastián, y viceversa cuándo se encuentran?

Sebastián es muy consciente de sí mismo y crítico del mundo, es algo que mi personaje puede tomar de él. Y yo le enseño a ser un perdedor en la vida, a estar abierto a más experiencias, y creo que él lo acepta. Hay una razón por la que él sigue llamándome, no es solo por ganar dinero; cuando le pregunto “¿estás vivo?” es un vamos puedes ser más feliz, haz el show conmigo, ríe. Le muestro un camino que a Sebastián le avergüenza, pero que detrás de su caparazón ve esperanza en esto. Asimismo, ves como la careta de felicidad de mi personaje se va rompiendo poco a poco cuando debe lidiar con la realidad. Ambos son muy complicados, pero de mi parte puedo decir que empiezo siendo el payaso feliz pero que al final termina como el payaso triste. 

Durante la trama vemos la relación que tienen los personajes con las redes sociales, especialmente el tuyo quien es un comediante/influencer famoso, ¿te cuestionaste a ti mismo cuánto consumes de redes sociales y cómo te definen?

Creo que verlo representado en la película ha cambiado ciertos aspectos. He pasado por distintas etapas en internet, en menos de un año me volví muy popular, y eso no es algo para tomar tan en serio, ni tampoco cuestionarte tu valor como persona o quién eres. Hay gente a la que le agradas y mucha otra a la que no. Tuve un momento en que pensaba que de verdad las personas me odiaban, o estaban en mi contra, y me di cuenta de que, así como me permitía sentirme mejor por quienes me querían (en redes sociales) también lo hacía con quienes me odiaban; así que mi meta fue no sentirme ni bien o mal, que el reforzamiento positivo no me hiciera creer invaluable, porque también validaba lo malo. 

Además de compartir pantalla con Sebastián, también actúas junto a Catalina Saavedra, una gran actriz chilena, ¿cómo fue trabajar con ella y la relación en el set?

Solo he actuado con comediantes o actores y actrices novatos del ambiente; ella ha sido la primera actriz seria con la que trabajo, tiene mucha presencia. Catalina no tenía planeado todo, al contrario, es muy espontánea, es muy interesante ver sus expresiones y gestos. Su personaje no tiene una gran cantidad de dialogo, pero es capaz de comunicar con su rostro, es tan potente y es divertida. Detrás de cámara no podíamos charlar tanto, porque no hablo español, entonces nos sentábamos uno al lado del otro y nos abrazábamos. Pienso que de verdad le agradé, fue una experiencia muy enriquecedora trabajar con ella. 

Y ¿cómo definirías la experiencia en general de hacer una película junto a Sebastián?

Ha sido el trabajo más importante y desafiante que he tenido en mi vida, y siento que me ha dado inspiración. Asimismo, fue un camino muy emocional, de altos y bajos, pero estoy orgulloso, lo difusa que es esta mezcla entre ficción y realidad la percibo como muy artística. 

Rotting in the Sun ha tenido un exitoso paso por festivales como Sundance, TIFF y Sanfic. En Chile se puede ver a través de la plataforma de streaming Mubi.