“Karnawal” (2020): El difuso punto de no retorno
En la frontera entre Bolivia y Argentina, Cambra (Martín López Lacci), un adolescente bailarín de malambo salteño se prepara para la competencia de danza, una de las más importantes que ha tenido en su vida. Sin preverlo, su padre “el Corto” (Alfredo Castro), un ladrón empedernido, reaparece en su vida poniendo en riesgo sus sueños y a su madre, Rosario (Mónica Lairana), quien demuestra la solidez de la que padre e hijo carecen. Un inocente vaivén de esperanzas que termina por quebrarse en el contexto de un incitante carnaval. En ello se resume la opera prima de Juan Pablo Félix, la cual relata la inquieta historia de un joven que ve en la pasión del folclore un refugio ante lo que le ofusca.
“Karnawal” (Juan Pablo Félix, 2020) es el curioso título de este coming of age y road-movie familiar que ahonda en las complejidades de los seres humanos que viven una realidad que muchas veces puede resultar hostil. Sus personajes principales son personas que han visto el abandono más de una vez en su vida. Por un lado, Cambra, quien desde la rebeldía explora las posibilidades de la vida, experimenta además la falta de una figura paterna que no cesa de traicionarlo. Mientras que, “El corto”, un impredecible hombre que a pesar de la lejanía mantiene intacto el cariño por su familia, ha vivido el abandono de un sistema que le dio la espalda conduciéndolo a la fragilidad y la miseria. El largometraje, a través de la ambigüedad y lo corrompido de las personalidades, pincela —de forma eufórica— la realidad que viven muchas familias: la delincuencia, la sobrevivencia y el amor/odio que remecen las relaciones parentales.
Lleno de simbolismo e intensidad, el largometraje presenta problemáticas que ya han sido vistas en el cine latinoamericano, la precariedad y el tráfico accionado por adolescentes. Sin embargo, lo retrata con una sensibilidad que se mezcla con el apasionamiento de la juventud por perseguir las aspiraciones a pesar de los obstáculos, el punto fuerte de la película que se alimenta con las destacables interpretaciones capaces de transparentar cada sensación. Respecto a ello, la danza funciona como lectura de la rabia y la frustración ensimismada que Cambra revela con cada gesto, movimiento y zapateo que atenta de golpe contra sus suelos y el desconsuelo, de una forma única que solo el gaucho en el folclore del norte andino argentino puede expresar, en este caso, Martín López, el campeón argentino que ganó la categoría “malambo menor” del Festival Nacional de Malambo de Laborde, en Córdoba.
La gran coproducción entre Chile, Argentina, Brasil, México y Bolivia ha demostrado en esta obra de noventa y cinco minutos la potencia de la identidad cultura con las raíces en un contexto que quizás puede hacerlas parecer opacadas por la globalización. Es por ello, que la historia instalada en un territorio andino donde el arraigo es vivaz y que se nota con el contexto carnavalesco de las tradiciones, hace que el espectador, aun estando lejos de todo ello, consiga sentir el hipnótico efecto de la danza que revolotea con naturalidad y espontaneidad en las fronteras de Argentina y Bolivia, dando cuenta de un título que emerge de la mestura entre el castellano y el quechua.
“Karnawal” (Juan Pablo Félix, 2020) fue parte del 33° Festival Internacional de Cine de Viña del Mar.
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