“La dueña de casa” (1975): El machismo irritó las cuatro paredes

El cotidiano de una acomodada dueña de casa de clase burguesa (Carla Cristi) ronda entre la cocina, el living y las habitaciones de su hogar. Entre telenovelas, agua con detergente, flores y gritos al aire se entrelaza la personalidad de una madre que borda en sus tiempos libres. Aquejada por la fuerza que ha tomado la Unidad Popular, por la crianza de su hija y la mantención de su hogar, se observa una irritabilidad constante que pareciese no tener fin. El filme registra el comportamiento femenino de una mujer de familia, de derecha, de clase adinerada y con la responsabilidad de crianza completa, algo común en la sociedad de hoy y de los años setenta.

“La dueña de casa” (Valeria Sarmiento, 1975), si bien es un cortometraje de ficción, fácilmente puede identificarse con un documental. Las vivencias son indudablemente reales, los diálogos son sobre todo muy naturales al retratar el día a día dentro de un departamento familiar. No es raro apreciar ello en el cine de Valeria Sarmiento, en donde la belleza de la composición y la naturalidad de la actuación da a creer que lo que vemos es parte de una realidad silenciada, bien observada y filmada, que, reflexiona desde la intimidad sobre la mujer y, su papel en un sector y contexto político determinado, desde una voz que, teniendo presencia se atasca en las paredes de su hogar, como sí lo público se encontrará en un insistente fuera de campo.

El cortometraje es una delicada y dura representación de lo que significa ser mujer y madre en el imaginario latinoamericano en época de dictadura, visto desde una perspectiva de género, reflejando cómo las involucradas se ven afectadas por estas normas sociales y culturales que subjetiviza el correcto comportamiento de una madre, de una dueña de casa y su trabajo doméstico, a pesar de, en esta historia, contar con la ayuda de una empleada doméstica encargada de aquellas labores, lo cual resulta curioso, digno de analizar, cuestionando la relación que la mujer —como concepto— mantiene con lo privado, lo público, el hogar y su carácter servicial en torno a lo maternal.

El filme de veinticuatro minutos, deteniéndose en los detalles cotidianos del aseo doméstico junto a unas manos femeninas y los solitarios monólogos de la dueña de casa, revela el destino machista a la que generaciones de mujeres están condicionadas, un mundo personal, oculto e intranquilo que se aparta del caos existente en la sociedad. Así, la mujer, perdiendo su presencia en lo público por estar concentrada limpiando las patas de la mesa en su hogar, espera un milagro del cual no tendrá voz, penúltimo plano antes del horror.

 

 

“La dueña de casa” (Valeria Sarmiento, 1975) se exhibió el martes 3 de mayo en el Cineclub Sala Sazié de la Cineteca de la Universidad de Chile, junto al estreno de “Un sueño como de colores” (1972). Actualmente, puedes ver el cortometraje en PLAYFICValdivia.cl