La memoria infinita (2023): La humanidad en el olvido
Qué difícil hacer una cinta sobre el amor en estos tiempos. La palabra, aunque universal, presenta una carga que va desde el estereotipo a lo peyorativo. Pero si podemos confiar en alguien para narrar emociones, me la jugaría completamente por Maite Alberdi.
En su nuevo largometraje “La memoria infinita”, la directora de “El agente topo” nos comparte la historia de Augusto Góngora y Paulina Urrutia, específicamente el modo en que Augusto enfrentan el alzheimer y la manera en que se transforma su vida y el amor de más de 25 años juntos.
El relato destaca en primer momento, por el modo en que nos acercamos a la intimidad de dos personajes públicos reconocidos en el ámbito de la cultura. Paulina, destacada actriz y ex ministra. Augusto, icónico periodista. Maite Alberdi, logra trenzar un vasto registro audiovisual de televisión, con grabaciones caseras desarrolladas hace años por los propios protagonistas. Este cruce genera una invitación, un tránsito sensible para ingresar a su intimidad y observar lo que vivieron en los últimos años, desde el diagnóstico del alzheimer.
Las grabaciones contemporáneas a la enfermedad suelen ser de ambos en su día a día. Variados registros de actividades cotidianas de la pareja, caminatas, lecturas, cuidados o conversaciones, cruzando la mirada o rostro de un protagonista con la voz de su contraparte. Lo que genera un visionado cercano ante la memoria que se resquebraja.
De esta manera, Maite Alberdi desarrolla una obra de corte testimonial, contemplativa, con una de alta dosis de emotividad, pero nunca abandonando su perspectiva reflexiva. Si revisamos su filmografía, se asemeja más a su debut con “El salvavidas” (2011) que a sus obras posteriores (“La once”, 2014 – “Los niños”, 2016 – “El agente topo”, 2020), caracterizadas por esa tensión entre realidad y ficción. En este caso, encontramos una obra propiamente documental, un aspecto que se fortalece desde lo excepcional, puesto que las grabaciones son afectadas por la emergencia del COVID.
Ante esto, es Paulina quien registra temblorosa y desenfocada lo que vive Augusto en el encierro, precisamente los meses en que más se deteriora su salud. Este accidente genera un material genuino e íntimo para evidenciar lo que vivieron. Un registro del olvido en crisis, con tomas en penumbras, desenfocadas, pero sin ninguna intervención externa y que, por lo tanto, no resultan morbosas ni invasivas.
Maite Alberdi confirma nuevamente su dominio para registrar y narrar desde espacios de intimidad, con sensibilidad y humanidad. El éxito universal de sus obras recae en esta destreza. Ofreciendo relatos donde, aunque los personajes o protagonistas, incluso siendo rostros locales, superan toda barrera cultural y de lenguaje. Las historias de Alberdi están repletas de sentido y significado, por lo mismo emocionan y conmueven globalmente.
A su vez, la directora de “La Once” nos presenta un micromundo que ofrece una pluralidad de aristas para empatizar. “La memoria infinita” es una historia sobre el cuidado, Alzheimer, el amor y también sobre la memoria e incluso el impacto o valor de la cultura en nuestras vidas. De este modo, logra nuevamente conectar esta excepcionalidad con lo universal, ofreciendo un arco entre el olvido íntimo y la memoria colectiva, específicamente desde el rol de Augusto como periodista en la dictadura y su trabajo en “Telanálisis”.
El quinto largometraje documental de Maite Alberdi es, un nuevo ejemplo de la fuerza en la mirada de la directora que ha logrado consolidar un estilo propio, que emociona genuinamente con sensibilidad y universalidad. Si en “La Once” encontramos la originalidad de una reunión que se desarrolla sagradamente hace más de 50 años. O en “El agente topo” nos encontramos con un James Bond chileno en la vejez, “La memoria infinita” es un testimonio de vulnerabilidad, en que el cuidado y el amor nos permite proteger nuestra humanidad y la memoria del olvido.
“La memoria infinita” se estrena en salas de cine el día 24 de agosto. La cinta también representará a Chile en los Premios Goya.
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Fresia Carvajal
Tantas familias pasan por lo mismo, cuidadoras de sus seres queridos y los protegen en su intimidad, dignidad, lástima por este ser humano manipulado en nombre del arte
Hay películas que tienen el tema del Alzheimer, protagonizadas por actrices o actores, documentales científicos, información respecto a la enfermedad, lamentablemente pudo más el ego y el morbo de un público ávido de catarsis.
María Angélica Martin Bravo
Es una obra maravillosa y que su segundo título debería ser un amor infinito o sublime y representado por ambos , que transfiere a la enfermedad, gracias a la entrega sin límites de Paulina, para mí es un homenaje a ella y se lo merece absolutamente. Gracias Agusto Góngora, estés dónde estés, por tu entrega y generosidad hasta el final de tus días , permitiendo que se documentará tu intimidad en esta etapa odiosa que te toco vivir!