“Los asesinos de la luna” (2023): Persiste el suspenso
A estas alturas Martin Scorsese, con su reciente estreno “Los asesinos de la luna”, no tenía por qué demostrarnos algo. Hace décadas que el aclamado director se ha vuelto un referente histórico de lo que es hacer buen cine y de, lo que también es difícil, saber mantenerse vigente a través del tiempo. Con más de 40 años haciendo películas a su espalda, sus obras más recientes siguen sintiéndose frescas, profundas y relevantes. Cintas como “El lobo de Wall Street” (2013) o “El irlandés” (2019) logran competir con los clásicos que lo hicieron conocido como “Taxi Driver” (1976) o “Toro Salvaje” (1980).
No es secreto que uno de los subgéneros que más ha explorado Scorsese en su filmografía es el de gángsters, mafiosos y criminales. El director ha utilizado fórmulas y recursos relacionados con estos temas en varias de sus películas, aunque (lo que es muy meritorio) sin hacer que estas se sientan repetitivas o redundantes. De hecho, varias de estas cintas se han vuelto clásicos de los géneros de suspenso y thriller (como “Buenos Muchachos” o “Los infiltrados”). La manera envolvente y novedosa en que Scorsese reutiliza tópicos y recursos narrativos relacionados con la vida criminal, la familia, la traición o la corrupción moral hace que sus películas se sientan frescas y dinámicas. Su más reciente estreno, “Los asesinos de la luna”, no es la excepción.
“Los asesinos de la luna” (“Killers of the flower moon”) es una película norteamericana de thriller, suspenso y drama, perteneciente también al subgénero de los westerns. Fue producida por Apple Studios, Imperative Entertainment, Appian Waym, entre otras productoras, y distribuida por Paramount Pictures y Apple TV+. La cinta fue estrenada el 19 de octubre de 2023 en cines, al mismo tiempo que fue lanzada en la plataforma de streaming Apple TV+. Originalmente estaba planeada para ser solamente estrenada en esta última plataforma, pero se logró un acuerdo para distribuirla, aprovechando el éxito de últimos blockbusters como “Barbie” u “Oppenheimer”, obteniendo una muy buena recaudación en taquilla. El filme está basado en la novela “Los asesinos de la luna: Petróleo, dinero, homicidio y la creación del FBI”, escrita por David Grann e inspirada en una historia real.
La película, ambientada en la Oklahoma de la década de 1920, narra la historia de los Osage, una nación indígena que habita tierras ricas en petróleo. Con el pasar de los años y la instalación de la sociedad occidental en el sitio, se establece la familia Burkhart como uno de los grupos más poderosos en el control del petróleo, los ingresos y la mano de obra, liderada por William Hale (Robert De Niro). Cuando una serie de cruentos asesinatos hacia nativos asola al lugar, William, junto a su sobrino Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio), busca lidiar con estos sucesos de la mejor y más pronta forma posible, sabiendo que existe un fuerte y corrupto conflicto de intereses en el origen de estos crímenes, que acecha a William, Ernest, su familia y su legado.
La cinta da cátedra sobre cómo crear una narración poderosa y atrapante. La película no se siente pesada, aburrida o densa en sus 206 minutos de metraje. A pesar de que en su desarrollo no abundan los acontecimientos impactantes o grandilocuentes, todos los momentos que unen a la historia se sienten importantes y ayudan a crear un suspenso potente y perceptible. Los primeros dos actos son sutiles y, en otra narrativa, quizás podrían aburrir a la audiencia, pero en “Los asesinos de la luna” esto no pasa. El guion, el montaje y la cinematografía construyen una narración dinámica que crea una emotividad sutil y profunda (gracias a subtextos y destacadas actuaciones), lo que es muy meritorio para una cinta de más de tres horas de duración.
La cinematografía es extraordinaria, lo que vuelve a esta obra una de las cintas más visualmente espectaculares de Scorsese. Impresiona que la película no haya sido planeada originalmente para estreno en cines, teniendo en cuenta lo hermosa que se ve y lo poderosa que se escucha. Todo esto crea una gran atmósfera y hace que la película se sienta intensa y atrapante, logrado también gracias a unas actuaciones extraordinarias, sobre todo los trabajos de DiCaprio y Lily Gladstone. Es más impactante la actuación de esta última, a pesar de ser una actriz menos conocida que sus compañeros de elenco, ya que logra un transmitir muchísimos sentimientos con una gestualidad sutil y menos histriónica.
Lo que aleja a esta película de entrar en la excelencia cinematográfica es la vara de medir con la que se compara, refiriéndome con esto a las demás películas dirigidas por Martin Scorsese. Los tópicos desarrollados en esta película ya se han visto en otras de sus cintas. Sin embargo, a diferencia de “Los infiltrados” o “El irlandés”, que supieron dar nuevas capas y matices a estos temas, volviendo sus desarrollos memorables y extraordinarios, en “Los asesinos de la luna” el suspenso y los tópicos tratados, a pesar de estar bien ejecutados y ser atrapantes, se sienten menos originales y sorprendentes. El desarrollo de un discurso en contra de la ocupación occidental hacia los indígenas tampoco se siente verdaderamente aprovechado, funcionando este, a tramos, más como un recurso narrativo que como una mirada realmente crítica y emocional.
Las películas de mafia de Scorsese son como un rompecabezas. Muchos creen que una vez armamos un rompecabezas es como si los hubiéramos armado todos. Todos funcionan igual, ponemos pieza por pieza hasta terminar la imagen. Ahora, si armamos un sólo rompecabezas ¿quiere decir que los armamos todos? ¿No existe ninguna experiencia nueva en armar otro, aunque la fórmula sea la misma? ¿No vale la pena armar ningún otro rompecabezas? “Los asesinos de la luna” es una muy buena película, a pesar de no ser excelente. Se siente como un gran ejercicio de recursos narrativos y estilo cinematográfico, pero que no se aleja de lo establecido en otros thrillers o westerns, algunos hechos por el mismo Scorsese. En la comparación con otras películas más inventivas y brillantes de su mismo género sale perdiendo, aunque no tanto por su calidad individual, sino por la enorme reputación de su competencia.
“Los asesinos de la luna” se encuentra disponible en cines y en la plataforma de streaming Apple TV+.