Marcelo Morales, fundador de CineChile.cl: “Mantener el sitio actualizado es un compromiso que no voy a dejar”
Con casi 6.000 fichas de películas chilenas y más de una década de funcionamiento, no cabe duda alguna de que CineChile.cl es la gran enciclopedia del cine chileno. Creado en 2009 por Antonella Estévez, David Vera-Meiggs, Gabriela González y Marcelo Morales, el sitio web es consultado diariamente por usuarios e investigadores interesados en acceder a su completa base de datos con información de todas las películas realizadas en el país, desde el comienzo de la actividad cinematográfica hasta hoy. “CineChile.cl es la plataforma que contiene más información al respecto”, afirma Morales, su actual director. “Además de las casi 6.000 fichas, se adjuntan más de 5.000 contenidos, como noticias, entrevistas y archivos de prensa que complementan la información de las producciones. Por la rigurosidad del trabajo realizado, es un portal reconocido incluso internacionalmente, recibiendo 3.000.000 de visitas al año”, asegura. A pesar del amplio reconocimiento que tiene el espacio, este año no recibió financiamiento de parte del Estado, lo que ha llevado a Marcelo Morales a impulsar una campaña de crowdfunding para enfrentar los desafíos económicos que el sitio necesita para su mantención.
Pensando en los inicios de esta enciclopedia virtual, ¿qué les llevó a crear CineChile.cl?
Trabajaba en “La Tercera” cubriendo cine y cine chileno específicamente y cada vez que me enfrentaba alguna nota o a algún entrevistado —sobre todo con alguno que tuviera una trayectoria más amplia— me costaba armarme un archivo para estudiarlo y enfrentarme mejor a la entrevista. Era complicado. Internet llevaba diez años funcionando; no habían muchas páginas y lo poco que existía estaba desperdigado. Lo que estaba en libros de autores como Alicia Vega, Carlos Ossa, o Jacqueline Mouesca eran cosas de muy difícil acceso. Notaba la falta de reunir esa información, de tenerla más disponible. Ahí mande un correo para hacer la enciclopedia y agrupar toda la producción del cine chileno. Además, la información de películas más pequeñas que aparecían en circuitos tan novedosos como reducidos no estaban por ningún lado; había que darles visibilidad. Todas esas ideas se agruparon para hacer esta enciclopedia. Antonella Estévez sugirió que el portal fuera contingente, tuviera noticias y entrevistas de lo que estaba sucediendo. Unimos esas dos ideas, armamos el proyecto y ganamos el fondo para levantarlo el 2009. Si bien partió como una idea de algo que necesitábamos para nuestra profesión, teníamos la conciencia de que podía transformarse, si lo hacíamos bien, en algo muy útil para el medio en general.
Totalmente. Sobre todo pensando que, en este último tiempo, el cine chileno ha dado mucho que hablar en el extranjero y se busca mucha data al respecto. Es cosa de pensar en el triunfo de “Una Mujer Fantástica” (Sebastián Lelio, 2017) y la reciente nominación a los Oscars de “El Agente Topo” (Maite Alberdi, 2020). Teniendo todos estos antecedentes, ¿por qué crees no recibieron el apoyo estatal para el sitio?
Yo creo que responde un poco a las mismas características de un fondo concursable: puedes ganar o perder. Además, el sistema es muy poco claro en cuanto a los criterios que se usan para premiar a los proyectos. Hay años en que se premia un tipo de cosas y ahí a veces nosotros no calzamos con el perfil. Yo siento que este año quedamos fuera porque se premiaron a proyectos que están posibilitando la emisión de películas y contenido online en sus portales y, claro, en este contexto en que estamos encerrados eso es lo que llama más la atención. También aporta a los co-realizadores pagándoles derechos y todo eso. Siento que es algo que se está necesitando harto ahora, pero lo paradójico es que esos mismos portales usan nuestra información para las fichas. Ahí uno llega a pensar que deberíamos tener otro tipo de aporte y son cosas que igual las hemos consultado. Lo hemos intentado en más de una oportunidad y no, siempre se nos dice que tenemos que postular a los concursos, que esa es la vía de financiamiento y eso es lo que hay nomás. Igual hemos visto otras formas.
¿Cuáles?
Estuvimos a punto de asociarnos con una universidad que al final se cayó, por la misma lógica de cómo funcionan algunas las universidades; quieren que uno les regale el sitio y usarlo a su favor. Así, todo el trabajo que nosotros hemos hecho se lo pasaríamos en bandeja y nosotros seríamos funcionarios de ellos, pero tampoco queremos eso. El sitio necesita un alto compromiso y yo no lo pasaría hasta que se garantice eso. Volviendo al tema de los concursos, es paradójico el hecho de que siempre tengamos que postular “como algo novedoso”. Por ejemplo, un año tenemos que decir “mira, vamos a agregarle esto…”, después decimos “vamos agregar esto otro…”, entonces ahí me doy cuenta que es azaroso porque, de base, siempre postulamos más o menos a lo mismo: siempre es la misma idea y le agregamos algo. Un año nos dicen “esto está super bien fundamentado” y al otro año nos dicen que eso mismo está mal fundamentado. Esto me causa mucha angustia. A veces me resulta y a veces creo que estoy súper bien y no me resulta, pero tiene que ver con la forma en que funciona este sistema nomás, y uno se da cuenta que no es el único; a todos les pasa cuando postulan a un fondo. Lo difícil acá es que se tiene conciencia de la importancia del sitio, pero a nadie parece molestarle que estemos en este tipo de crisis. Nadie se nos acerca a decirnos algo y eso me molesta y me da pena.
¿Y han pensado en recurrir a alianzas con otros sitios similares?
Lo he intentado. Recientemente me contacté con OndaMedia para ver si podemos llegar a una suerte de alianza y me dejaron en espera. Me empezaron a patear, me dijeron que conversáramos el mes siguiente y sigo esperando esa respuesta. De hecho, ellos usan información del sitio ¡y es tan burdo el uso! Por ejemplo, cuando dos personas ingresadas en CineChile.cl se llaman igual, la segunda persona que ingresa con ese mismo nombre se le pone un “II” entre paréntesis para diferenciarlo. Entonces, me fijé que en OndaMedia había gente con un “II” en sus fichas técnicas. Ahí les pregunté “oye, si ustedes usan la información del sitio y tienen recursos podríamos hacer algo, y así nos ayudan a mantenernos un poco”, pero ahí quedó la idea. Lamentamos ese tipo de cosas porque muestra la orfandad en la a veces que nos sentimos.
Pensando en las múltiples investigaciones que citan a CineChile.cl y las tres millones de visitas anuales, ¿cómo sientes que ha sido la recepción de los diversos visitantes del sitio a lo largo de los años?
Soy bien quitado de bulla igual, así que trato de no venderme mucho. Cuando la gente se me acerca y recibo buen feedback me impresiono harto, es una demostración de que el sitio en sí mismo es muy útil y funciona mucho. La gente siempre agradece esa rigurosidad, sobre todo realizadores que hacen películas pequeñas con pocos recursos que se emocionan mucho cuando ven sus obras ingresadas en el sitio. En casos así, escriben bastante para hacer correcciones o simplemente para agradecer que los hayan tomado en cuenta y eso es lo bonito de sitio. Muy pocas veces han habido personas que nos escriben para criticarnos o encontrar algo malo. A veces llegan quejas de gente que cree que todas las películas existen.
(Risas). ¿Cómo es eso?
Por ejemplo, encuentran la ficha de una película de 1903, la quieren ver y se enojan cuando se les dice que no existen copias disponibles. Esas son las cosas curiosas que suceden pero, en general, todos agradecen mucho la existencia del dato. Eso es lo que nosotros buscamos también y sabemos que eso aporta mucho a cualquier tipo de estudio o al menos para construir una tradición del cine chileno que no estaba tan visible antes del sitio; era visible sólo para especialistas.
Claro. Además, han ayudado a desmitificar creencias populares en torno a las producciones nacionales, como aquél comentado estudio que derribó la idea de que “todo el cine chileno habla del golpe y la dictadura”.
Así es. Esa nota la hice justamente porque leí una entrevista de Gonzalo Justiniano —no recuerdo en qué medio— y el periodista introducía el texto afirmando que el cine chileno habitualmente hablaba de la dictadura. Que cualquier persona lo diga no me molesta mucho, pero si lo dice un periodista… un profesional que más encima está haciendo una nota relacionada, me parece muy grave. Demuestra que esos prejuicios llegaron a un nivel que no deberían llegar. Luego de eso, me propuse hacer ese catastro, demostrando que el sitio puede ser usado para hacer ese tipo de observaciones y borrar algunos prejuicios que, justamente, eran uno de los objetivos del sitio cuando lo fundamos; se hace bastante cine chileno —más de lo que uno cree— con producciones muy buenas y de distintas temática. Es cosa de meterse a la página principal del sitio para notar eso.
Hoy en día, CineChile.cl continúa recibiendo todo tipo de apoyo monetario para mantener su infraestructura virtual más viva que nunca. Los aportes pueden ser nacionales a través de Webpay —con suscripción mensual o aporte único— o internacionales, mediante PayPal, también con las alternativas de suscripción mensual o aporte único. “El apoyo que necesitamos es porque el sitio ha ido creciendo, y necesita un servidor potente y constantes ajustes en su estructura. Esto tiene costos altos, que ya no podemos costear por nuestros medios, algo que sí podíamos hacer en los primeros años”, agrega Morales. “Si te das cuenta, yo sólo he hablado de la página. Hablar de un honorario para nosotros es la última prioridad y, honestamente, veo difícil que obtengamos algo este año. Sería bonito que pudiésemos vivir de esto pero nunca ha sucedido. Esto no significa que CineChile.cl vaya a perder rigurosidad; mantener el sitio actualizado es un compromiso que no voy a dejar”.
[Transcripción de la entrevista realizada por Laura Z. Figueroa / Fotografía de Marcelo Morales por Gonzalo Ibarra / Ilustración de Pedro Sienna cortesía de CineChile.cl].