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31 octubre 2024, 23:38 PM | Actualizado | Chile
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Misión imposible: Sentencia mortal (2023): Receta de acción y espectáculo

En la séptima entrega de la saga Misión imposible nos reencontramos una vez más con el superespía Ethan Hunt, interpretado por la superestrella Tom Cruise, actor, productor, doble de riesgo de Tom Cruise, campeón de taquilla en la sala de cine. En esta ocasión, su equipo de queribles amigos recibe la ayuda de Grace (Hayley Atwell), una ladrona profesional tan acorralada por las circunstancias de su vida criminal que acepta cooperar en la salvación del mundo. La amenaza —relativamente visionaria en una película escrita alrededor del 2018— es una inteligencia artificial, conocida como “La Entidad”, que parece disfrutar infiltrándose en los sistemas digitales más importantes del planeta, realizando predicciones y manipulando a las personas más peligrosas.

Para ser claro de inmediato: Misión imposible “siete” es una película que vale la pena ver en el cine. A pesar de que solo muestra la primera mitad de la historia y de su duración de 163 minutos, pasa tan rápido como uno quisiera y termina con una de las mejores secuencias de acción en toda la saga. Al igual que sus predecesoras, tiene dosis regulares de humor, diálogos de información preocupante, tensión entre superpotencias y auténticas acrobacias grabadas con cámaras reales. Una receta depurada y ejecutada de manera impecable.

El tono ligero que caracteriza a “Misión imposible” no impide que nos alcance suficiente suspenso como para mantener nuestro interés en la trama. Hay también un par de escenas tristes, que inyectan en Ethan Hunt toda la motivación necesaria para llevar a cabo sus mayores hazañas. Pero el sentimiento predominante durante la película es el de satisfacción.

Uno se siente contento de estar ahí otra vez, ante la pantalla grande, envuelto en fuerte música orquestal, observando cómo los personajes se persiguen, se engañan, se golpean, se disparan, corren o conducen a través de calles y pasillos de una capital mundial, en medio de ambientes y extras de quebrada normalidad. Las bromas resultan graciosas o por lo menos agradables, la velocidad de cuerpos y vehículos nos reconecta con sensaciones primarias, nos identificamos plenamente con los “buenos” y esperamos que los “malos” reciban su merecido.

Por sobre todo, la película logra convencernos a nivel emocional de que los hechos espectaculares que presenciamos están realmente ocurriendo. Como se ha mencionado antes, casi todo es registro de acciones verdaderas en escenarios tangibles, y Tom Cruise desempeña el doble rol de actor y deportista de alto riesgo. Cuando se usan efectos digitales —inevitables para un guion de esta naturaleza— se nota que el presupuesto fue invertido con sabiduría, pues la ilusión se mantiene en todo momento.

Desde luego, “Sentencia mortal” no es perfecta. Tampoco es seguro que sea la mejor entrega de “Misión imposible”. A nivel de combate cuerpo a cuerpo, por ejemplo, no hay nada tan satisfactorio como la escena del baño con Henry Cavill en el filme anterior, o algunas de las secuencias en la última John Wick. El drama no nos cautiva tan profundamente como lo mejor de James Bond en Casino Royale o Skyfall. Tampoco nos encontramos con cine de originalidad, si bien el argumento de tipo ciencia ficción resulta refrescante.

Un espectador que no haya disfrutado previamente ninguna de estas películas carece de razón para ver la séptima. Y tiene sentido cuestionarse la insistencia en reproducir la fórmula con tanta fidelidad. De nuevo el héroe carismático y libre de complejidad, otra vez el secundario encargado de la comedia, la mujer un poco instrumentalizada por el peligro del que deben salvarla, el villano despiadado, la conveniencia de las balas perdidas en el aire, etcétera.

En resumen, se trata de la superproducción que uno esperaría. En este caso, el cumplimiento de la expectativa es mucho más positivo que negativo, pues la saga nos ha habituado a obras de alta calidad, al menos en cuanto a la acción y el espectáculo en general, y el director Christopher McQuarrie —a cargo de las últimas tres— introdujo un nivel de consistencia ausente, por ejemplo, en la trilogía inicial. Por lo tanto, parece seguro suponer que la segunda parte de Sentencia mortal será una apta conclusión para la historia.

Misión Imposible: Sentencia mortal (Parte 1), disponible en salas de cine desde el 13 de julio.

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