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Roser Fort: “ El trabajo asociativo siempre produce beneficios”

A 26 años de su apertura, la directora del Cine Arte Alameda da cuenta sobre su trabajo colaborativo para mantener el cine funcionando, sus problemas de financiamiento, y su rol como espacio de resistencia.

El año 1992 nace el Centro Cultural Cine Arte Alameda, un espacio histórico y emblemático en la ciudad de Santiago, ubicado a pasos de plaza Baquedano. La plaza misma es un lugar donde han convergido distintas realidades a lo largo del tiempo; un punto de encuentro social para manifestarse y celebrar. No es casualidad que el Cine Arte Alameda, parte del centro cultural, esté ubicado en este barrio. Su historia también ha visto ir y venir distintas eras que han marcado al país, a la ciudad, y a un público que parece haber encontrado una casa en un recinto que en su momento fue rescatado de ser un estacionamiento privado. Hoy, a 26 años de su apertura, su directora Roser Fort nos cuenta algunos detalles sobre cómo este espacio ha logrado consolidarse en el circuito de salas de cine arte a nivel nacional, sus problemas de financiamiento, su resistencia en el avance de las multisalas, y su trabajo asociativo con la Red de Salas de Cine de Chile en su primer año de funcionamiento.

¿Cómo nació el proyecto de Cine Arte Alameda?
El proyecto Cine Arte Alameda parte hace 26 años, cuando Cine Normandie se cambió de sede. Antes esto era una sala de 1500 butacas y ahora es una sala de 380. Todo el espacio era la sala, la boletería estaba afuera. Yo vine muchas veces, era mi sala preferida. En la época que era Normandie estaba Sergio Salinas, uno de los precursores junto a Alex Doll.

El ex-alcalde Jaime Ravinet decide salvar el espacio y generar la Corporación Cultural Arte Alameda con un proyecto de arquitectura que hace la oficina de arquitectos Iglesias y Prat. Era muy moderno para la época: de madera, un poco inspirado en el Pabellón de Sevilla. Y como a mi me toco ver el proyecto, esto era mucho más amplio: eran dos salas, tres pisos. Pretendían traer mucho turista además. Se inauguró con bombos y platillos, estaba Patricio Aylwin de presidente y se estrenaba La Mansión Howards (1992). Me tocó pasar por fuera. Yo aún no pertenecía al proyecto y no estaba invitada. El lugar estaba lleno de escoltas, todo muy ultramoderno, pero no se fijaron en un detalle: la película era Cinemascope y no tenían ese lente, así que la tuvieron que ver alargada, entre pifias de la época, porque era en 35mm. Luego se exhibió la película Batman Forever. El directorio quería convertir al cine en un Cine Comercial, pero no pasó nada. No vino nadie como en un año. Incluso Antonio Martínez, crítico del diario El Mercurio en esa época, tuvo que pagar la entrada de personas para que entraran a ver la película (Batman) para poder criticarla, porque o si no, no se la daban.

Entonces, ahí llamaron a Luz Pereira, que fue mi socia durante un tiempo. Tenía sus 65 años y era la dueña de Espacio CAL, una sala de 100 butacas en Vitacura en el centro comercial Lo Castillo. Tenía galería de arte, bar, y el cine. Entonces quisieron replicar lo que estaba pasando allá y la Luz nos me invitó a trabajar como su relacionadora pública, junto a René Naranjo. Fue muy interesante porque pudimos comprar películas en 35mm que eran más modernas para la época. Luego tuvimos otro cine en el Centro Comercial Lo Castillo, que era el Cine Lo Castillo, y tuvimos un cine en Viña, Cine Palacio Rioja. Era como un mini holding de Cine Arte. Abrimos espacios y exhibimos mucha temática gay sin darnos cuenta, con películas europeas y asiáticas que tocaban el tema.

¿Cómo fue la recepción de la audiencia en ese entonces?
Buena, la fila del público daba vuelta a la manzana. Cuando tuvimos el primer ciclo gay yo aluciné porque hartos amigos que eran gays se encontraron acá. En ese entonces era un tema muy escondido. Nos fue muy bien con esta alternativa, y esto duró unos cinco o seis años, hasta el 2000, donde aparecen las multisalas.

Nos tuvimos que reinventar porque la gente privilegió tecnología y no contenido. Ahí empezamos a traer otro tipo de películas. También nos abrimos al cine chileno, porque también tiene dificultad de plataforma, incluso las películas más exitosas. Entonces nos hemos tenido que ir reinventando. Yo me separé de mi ex-socia, Luz Pereira. Ella se quedó con Espacio Cal y yo con Arte Alameda. Los otros cines que manteníamos desaparecieron, y éste está todavía aquí intentando resistir como un Bastión.

En años anteriores tuvieron ciertas dificultades con un fondo concursable. ¿Qué te parece que en Chile no existan muchas más opciones para financiar proyectos artísticos aparte de concursar?
Me parece impresentable que tengamos que estar postulando después de 26 años de trayectoria. A nosotros nos debieran estar subvencionando en una parte, y nosotros generar también, por supuesto, un apoyo con la empresa privada. Sin embargo, no hay una relación entre Estado y privados, porque podría ser una súper alianza que es lo que se supone que pasa con la Ley de donaciones culturales. Ahora, por ejemplo, nos hemos puesto creativos y tenemos otro tipo de contenidos. Exhibimos ópera una vez al mes, y logramos la ley de donaciones culturales para esto, pero no supimos a quién acudir. No todo el mundo está dispuesto a colaborar con esta ley, porque no todas las empresas quieren que su parte contable se transparente.

Reconozco que nosotros no hemos tenido la mejor gestión financiera. A veces ganamos los fondos, y ese año logramos volver a equilibrarnos, para pagar bien sueldos, pagar arriendos, etcétera. Pero luego no están los fondos, y vienen las dificultades. Entonces creo que después de 26 años, debiera haber una política de Estado para proteger un espacio que genera más de 10 mil visitas al mes, porque tenemos mucho público tanto en el cine como en la música, en los lanzamientos de libros y muchas otras actividades; y así no seguir postulando eternamente.

¿Cómo ha sido este año de trabajo con la asociación de la Red de Salas de Cine de Chile?
Es una red súper disímil, coincidente en espíritu en lo que queremos hacer, pero súper diferente en cantidad de público y en programación. Primero, no me parecía esto de tanta igualdad habiendo tantas diferencias, en antigüedad, por ejemplo. Me parecía inapropiado, pero después me di cuenta que en realidad  el trabajo asociativo siempre produce beneficios; en términos de conocer otras realidades, y concretar la adquisición de películas que podamos exhibir a través de la Red de Salas de Cine, que es lo que me interesa.

Cuéntanos sobre la modernización del sonido que implementaron hace unos meses y qué proyecciones están contemplando.
El año pasado logramos una subvención presidencial que consistía en mejorar el sonido. Ahora quedamos nivelados técnicamente con los cánones establecidos de una sala comercial. Podemos exhibir en DCP, por ejemplo, una película de Fox. Sin esta tecnología, no podríamos, porque las distribuidoras grandes ya no trabajan con las salas chicas prácticamente. Entonces quedamos realmente con un disfrute de poder ver una película, ahora con el sonido 5.1 y con la imagen en 2K, con una súper buena proyección.  Por otro lado, nos ganamos un proyecto de intermediación que considera tres áreas en cine en exhibición. Uno se llama Latino Imaginario que son películas latinoamericanas cuando se estrenan con un conversatorio convocado por cada una de las embajadas. Y la otra área es Cinema Trip, que son las películas chilenas subtituladas en inglés, para que vengan los turistas. Estamos ampliando eso con Sernatur y los hostales. Y el otro era efecto post-cine y también una premiere con películas con distintas temáticas. La primera fue la violencia obstétrica; hicimos otro sobre el VIH con 120 latidos por minuto, y ahora vamos con uno sobre la marihuana, con un documental. Luego vamos a seguir con uno sobre el aborto.

FOTO: MATIAS DELACROIX/ AGENCIAUNO

El Cine Arte Alameda actualmente posee una sala de 300 butacas, además de un microcine de 27 butacas. En su recinto se realizan eventos de música y arte en general, ferias de diseño y fiestas.

Su cartelera apuesta por una selección de lo mejor del cine arte nacional e internacional, con énfasis en producciones independientes, extranjeras, y LGBT.

Ubicación: Avenida Libertador Bernardo OHiggins 139
Sitio web: centroartealameda.cl

 



ENTREVISTA REALIZADA POR:
Equipo Bitácora de Cine
Felipe Espinoza
Felipe Rodríguez
Juan Pablo Faus

 

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