“Suk Suk” (2019): Amor en el ocaso de la vida

El pasado 27 de julio comenzó la sexta edición de AMOR Festival Internacional de Cine LGBT+, un evento caracterizado por exhibir películas y documentales que reflexionan sobre la inclusión, el respeto y la diversidad en torno a las formas de amar. Este año, su lema promocional resultó ser “No somos invisibles”, frase que cobra completa relevancia luego del visionado de “Suk Suk” (Ray Yeung, 2019) la película inaugural del certamen. El relato se centra en el romance que nace entre dos adultos mayores: Pak (Tai Bo), un taxista asiduo al cruising, y Hoi (Ben Yuen), un avejentado padre soltero. Situados en contextos en donde prácticas tradicionales y sistemas de creencias obsoletos coartan sus maneras de amar, el dúo de adultos mayores encuentra refugio en parques y baños turcos, cuestionando las circunstancias que han apresado sus deseos. ¿Qué ocurre con los próceres del romance en una sociedad en donde el amor no-heterosexual suele verse representado por personas más jóvenes? Piénsenlo. Se suele hablar de las nuevas generaciones como aquellas más abiertas a la exploración sexual, generalmente excluyendo la presencia de un sector de la población mayormente olvidado, poco retratado, y frecuentemente invisibilizado en la materia: la tercera edad.

Desde la publicidad, pasando por la televisión y, obviamente, el séptimo arte, la representación de adultos no-heterosexuales en producciones audiovisuales dista por completo del número de parejas mayores gays, lesbianas, y bisexuales en el mundo. En el texto “Miradas sobre lo ‘queer’: Cine y representación” (2020), el autor Gerónimo García asegura que “cualquier tipo de producto cultural reproduce constantemente el binomio de género (que además, es heterosexual). ¿Cuántas veces vemos en esos diferentes espacios las mismas imágenes de la masculinidad o feminidad?”, recalcando en el binomio que caracteriza este tipo de representaciones el cine y el efecto que generan en quienes terminan viéndose representados. Que existan producciones audiovisuales de temática queer orientadas a jóvenes les ayuda a “verse” en pantalla; el signo crea la identidad y el cine crea cobijo. Sin embargo, ¿cuántas producciones de la última década se enfocaron a retratar el amor entre dos adultos mayores en el ocaso de sus vidas sin mayor prejuicio alguno? ¿Qué queda para todos aquellos hombres disidentes que nunca tuvieron con quien sentirse identificados en la pantalla grande? ¿Qué lugar ocupan en el espejo colectivo que es el cine?

Con “Suk Suk”, el realizador hongkonés Ray Yeung se hace cargo de un sector subrepresentado, desarrollando una historia de amor tan cálida como un romance juvenil. Uno de los elementos que resalta en esta producción es la sutileza con la que son capturadas las demostraciones de amor entre los protagonistas: suaves masajes, tiernas caricias, besos pausados; cariño puro. ¡La cámara destaca hasta los memes que se envían por WhatsApp! La innegable química entre Tai Bo y Ben Yuen genera una atmósfera íntima que contrasta con las rutinas heteronormativas en las que sus personajes se ven envueltos; por mucho que sean los avejentados patriarcas de sus correspondientes familias, aún les queda mucho amor que dar, sentir y explorar. La dirección de fotografía es sutil; planos fijos los observan, pero no los acompañan: se tienen a ellos mismos. Constantemente, la cámara se enfoca en el camino que toman las manos de la pareja cuando se besan y como espectadores nos sentimos parte de ese trayecto en todo momento. La delicadeza de su afecto no necesita diálogos cuando la pasión destaca a su propio ritmo; al momento adecuado. Nunca se siente tarde.

En algunos momentos del largometraje, se discute la posibilidad de la creación de asilos de ancianos “amigables para gays” en Hong Kong. En Chile, recién nos encontramos discutiendo la posibilidad del matrimonio igualitario. Aún hay mucho trabajo que hacer en el mundo, y el cine, sin lugar a dudas, puede ayudar a hacerlo mucho más fácil. El largometraje de Yeung responde tanto a una invisibilización de un sector de la población en el día a día, así como su ausencia en el cine contemporáneo. Los adultos mayores existen dentro de la comunidad LGBTIQA+ y eso no debería ser una sorpresa ni para una industria que les suele subrepresentar, ni para una sociedad que a veces pareciese no hacer más que la vista gorda con las personas que más tiempo han buscado formas de amar dentro de ella. Lo bueno es que “Suk Suk” es de esas películas que demuestran que, efectivamente, no son invisibles.

 

 

Bajo el contexto del 6º AMOR Festival Internacional de Cine LGBT+, “Suk Suk” (Ray Yeung, 2019) estará disponible de manera gratuita en Cinépolis Klic hasta el domingo 1 de agosto.