Super Mario Bros: La película (2023): Una bomba de nostalgia

“Super Mario Bros: La película” ya es un éxito histórico. En poco menos de dos semanas, la cinta sobre el famoso personaje se convirtió en la cinta animada con la mejor recaudación taquillera en su estreno de la historia (superando a “Frozen 2”), y en la adaptación de un videojuego a la gran pantalla con mejor éxito de taquilla de todos los tiempos. Pero ¿realmente esto sorprende a alguien? La figura de Mario, el fontanero bigotón vestido de rojo, protagonista de algunos de los videojuegos más conocidos e influyentes, es famosa y reconocible en todo el mundo. Hasta las personas que no juegan videojuegos lo conocen, es un ícono cultural que marcó una época, y su figura sigue trascendiendo y siendo relevante hasta el día de hoy. Práctica y literalmente, considerando la influencia del primer videojuego de Mario, “Super Mario Bros.” de 1985, estamos hablando de la franquicia madre de los videojuegos. Sin Mario, esta tremenda industria del entretenimiento no existiría tal como la conocemos

Ya desde el primer anuncio de esta cinta se había generado una expectación gigante. ¿Cómo puedes hacer una película de Mario? ¿Cómo puedes crear una historia con estos personajes, si en toda la saga la historia es simple y se repite constantemente? Ya se había intentado adaptar el universo del fontanero con la fallida “Super Mario Bros.” de 1993, pero su intento de complejizar los escenarios y personajes (convirtiéndolos en una sátira oscura de un Nueva York corrupto y lleno de crimen) fue un fracaso, tanto para la crítica especializada como para los fans, quienes estaban horrorizados por ver una adaptación que comprendía tan poco el material del que se había basado. Tras este antecedente, Nintendo, decidió tomar cartas en el asunto, y no permitió que se realizara ninguna adaptación del fontanero sin que la propia compañía estuviera a cargo. Mario no tuvo adaptación durante varios años hasta ahora, con “Super Mario Bros: La película”, cinta que, con Nintendo como productora, proyecta una visión totalmente fiel e inspirada en los videojuegos su mundo, sus personajes y sus historias, para que los fans acérrimos del personaje la amen y los que no sean tan fans también se diviertan.

“Super Mario Bros: La película” es una cinta animada de comedia, fantasía y acción. Producida por Nintendo e Illumination Entertainment (famosos por producir las películas de la saga “Mi Villano Favorito”). La cinta fue estrenada el 5 de abril, teniendo un enorme éxito en taquilla (y que parece seguirá aumentando). El filme se enfrentó a una recepción mixta por parte de la crítica, aunque también recibió la aprobación de la mayoría de los fanáticos, quienes le han dado aprecio y críticas positivas en redes sociales.

La cinta narra la historia de Mario (interpretado por Chris Pratt) y Luigi (Charlie Day), dos hermanos fontaneros de Brooklyn que son molestados y menospreciados por su familia y su círculo social. Un día, mientras trabajan en una avería subterránea, los hermanos viajan por una misteriosa tubería hasta un nuevo mundo mágico, pero son separados en el camino, terminando Mario en el Reino Champiñón y Luigi en las Tierras Oscuras. Ante esto, Mario deberá hallar su valentía y emprender una aventura para encontrar y rescatar a Luigi, con la ayuda de Toad (Keegan-Michael Key), un champiñón lugareño, y la princesa Peach (Anya Taylor-Joy), una valiente guerrera que tiene la misión de impedir a toda costa la guerra entre el Reino Champiñón y el Reino Koopa, gobernado por Bowser (Jack Black), una malvada tortuga gigante con deseos de dominar el mundo.

“Super Mario Bros: La película” fue hecha por fans y para fans, y eso queda clarísimo cuando ves el producto final, la cinta rebosa amor por la franquicia en cada una de sus tomas. Cada escena está repleta de referencias a personajes, lugares, diálogos, spin-offs (hay una secuencia entera que homenajea a Mario Kart, por ejemplo) y más elementos de Mario. Hasta la banda sonora de la película (a excepción de las canciones no hechas para la cinta) está compuesta casi en su totalidad con segmentos musicales extraídos de los videojuegos. Es una carta de amor a Mario y a su mundo, y ese cariño perceptible es algo que se aprecia mucho, sobre todo cuando eres fanático de los juegos originales.

Personalmente, yo no soy realmente imparcial a la hora de reseñar este aspecto de la cinta, porque soy seguidor de los videojuegos del plomero desde que era niño, y lo sigo siendo hasta el día de hoy. De todas formas, son precisamente ese cariño y pasión puestos en el proyecto los que volvieron a la película una experiencia altamente disfrutable y divertida para mí. Ver al Reino Champiñón, al Reino de Bowser, a personajes como los Toads, los Yoshis o los koopas iguales o más coloridos que en los videojuegos es algo que yo apreciaré, y siempre me entusiasmará como a un niño, en parte porque efectivamente me recuerda a mi infancia y a los buenos tiempos que pasé jugando con esos queridos personajes. Incluso si no eres fan, en la cinta hay más de una escena que referencia los niveles y escenarios típicos de las plataformas (y elementos característicos de esos juegos, como los saltos, los enemigos o la frustración que uno siente tras perder varias veces en una misma etapa), por lo que esta película ni siquiera considero que sea sólo un homenaje a Mario, sino que es un homenaje a los videojuegos en general.

A pesar de esto, es necesario decir que, como obra cinematográfica, “Super Mario Bros: La película” está lejos de ser perfecta, y posiblemente su mayor virtud, explicada en el párrafo anterior, sea también una de las razones por las que la película podría ser insufrible para la parte del público que no son fans del personaje, incluida la crítica especializada. La historia es simple y cliché (no necesariamente mala, pero su ejecución es simple y apresurada, lo que vuelve casi imposible dar lugar a personajes interesantes y bien desarrollados), el humor no siempre funciona, y hay una gran parte de las referencias mostradas en pantalla que, para apreciarlas, debes ser un fan conocedor del universo. Si quitamos de la ecuación todo el amor a Mario nos queda una película con buenas intenciones, pero con poca profundidad. Si sus personajes no fueran esas figuras emblemáticas que conocemos desde pequeños, la cinta no sería muy diferente a otras producciones animadas infantiles de la actualidad, y posiblemente pasaría sin pena ni gloria.

De todas formas, si bien la película tiene problemas (sobre todo en su estructura narrativa), cumple con creces el propósito que creo Nintendo tenía en mente al producir esta cinta: entretener al público y ser fiel a la franquicia. La animación es excelente, las actuaciones de voz son muy buenas (destacan Jack Black, quien hace una genial interpretación de Bowser, y Chris Pratt como Mario), y en general la película mantiene un tono liviano y dinámico, que puede mantener a toda la familia entretenida. Su mayor mérito, en mi opinión, es tocar las teclas exactas y necesarias para hacer sentir a los seguidores del fontanero que estamos experimentando la mejor adaptación posible de Mario y su universo. Y eso es algo que apreciamos porque, hasta este entonces, no existía ninguna producción cinematográfica que apelara tanto a la nostalgia, a los recuerdos alegres y al amor que las personas que jugamos los videojuegos sentimos por Mario.

Sí, “Super Mario Bros: La película” probablemente será una experiencia narrativamente pobre y de poca novedad si no has tenido ningún tipo de contacto con los videojuegos del fontanero, pero si eres un seguidor de la franquicia (o, en general, si jugaste alguna vez un juego del personaje) la cinta va a ser una bomba de nostalgia, referencias y alegría. Una bomba que, al menos a mí, me hizo feliz como a un niño. Una Bob–omb que me dio una experiencia fantástica.

“Super Mario Bros: La película” está disponible en salas de cine chilenas desde el 6 de abril.