Bitácora del año: Nuestras películas favoritas del 2024

Se acabó el año 2024. Ya no hay más estrenos, ni festivales ni novedades en las distintas plataformas de streaming. En Bitácora de Cine, aprovechamos este momento para re-visitar los últimos 12 meses y reunir aquellas cintas que, por diversas razones, ya sea sus memorables interpretaciones, direcciones que se atrevieron a narrar de manera innovadora o simplemente por lo mucho que disfrutamos, se ganaron un espacio en nuestra memoria y se convirtieron así, en nuestras películas favoritas 2024.

Pues, sin más preámbulo, estas son las favoritas del 2024 de nuestro equipo de editores.

Primera parte: Películas Internacionales

• Sebastián Arias: “La Sustancia” de Coralie Fargeat

Uno de los fenómenos cinematográficos del año sin dudas, motivando a las personas a experimentar esta historia de forma presencial. Cuando “La Sustancia” apareció se habló mucho del “tener que ir a verla al cine”, ver salas llenas para vivir la experiencia es algo valorable. Ahora, tal vez no todo el mundo estaba preparado para lo que vería, pero de eso se trata lo sorprendente.

“La Sustancia” nos lleva por un vaivén emocional con fines reflexivos sobre la idealización del cuerpo femenino, la vejez y el amor propio. Sin embargo, a diferencia de otras películas que cubren temáticas alineadas al body positive, su mensaje va directo y busca impactar e incomodar a través de lo explícito. Disecciona la violencia y, con ingenio, la encaja armoniosamente a un humor absurdo, desencadenando un espectáculo de ironías y sangre.

Revisa la reseña completa de “La sustancia” escrita por Bayron Hernández.

• Coté Alvarez: “Queer” de Luca Guadagnino

Daniel Craig nunca estuvo tan penosamente enamorado. La pantalla se electriza con la chispa de una interpretación soberbia que comprende cuándo más es más y cuándo es menos, que fusiona la adicción a la droga y a una persona en una sola, de una fisicalidad corajuda, desatada, palpable y un sentimiento sobrecogedor. Su Lee es un adolescente vuelto loco surfeando la ola del primer amor: ansioso, torpe, cargante, patético. También vulnerable, ilusionado, tierno y devoto. También devastado e incapaz de superarlo. Ninguna fabulosa chica Bond logró embriagarlo como un Drew Starkey que, encima vistiendo esas bellezas diseñadas por Jonathan Anderson, está magnético habitando a un objeto de deseo que personaliza las facetas de un gato: seductor, agraciado, elegante, enigmático, inmutable, gélido e hiriente. Sus poquísimas palabras son compensadas con una presencia atormentadora dentro y fuera de pantalla.

• Francisca Salas: “C’è ancora domani” de Paola Cortellesi

Paola Cortellesi dirige y protagoniza esta película ambientada en la Roma de posguerra, con reminiscencias estéticas al neorrealismo italiano, pero con giros contemporáneos. El film se desarrolla en torno a Delia, una mujer violentada por su marido y madre de tres hijos, a punto de participar en un momento decisivo de la historia de su país. Demostrando un talento extraordinario, Cortellesi logra crear personajes complejos y un constante halo de intriga, en un relato feminista conmovedor que jamás pierde su coherencia tonal.

• Juan Pablo Faus: “Caminos Cruzados” de Levan Akin

“Caminos cruzados”, con su enfoque social y coraje de posicionar el péndulo en el universo transgénero en el contexto, es una sucesora coherente que enriquece la personalidad de su realizador. La obra de Akin es de inspiración neorrealista. Visibilizador de marginados, el lente observador de Akin despliega las virtudes de un balance delicado; se aleja de la pornografía de la pobreza y, en cambio, ofrece una mirada tierna que tampoco cae en el paternalismo.

Revisa la reseña completa de “Caminos Cruzados” escrita por Coté Alvarez.

 

• Alvaro Guerrero: “The Holdovers” de Alexander Payne

“The Holdovers” es interesante dada la manera en que compatibiliza un relato esperanzador con la frustración y desaliento derivadas del reconocimiento de las condiciones materiales de los personajes. Con actuaciones estelares y una calidez humana propia de la aceptación incondicional que proveen las familias encontradas, Alexander Payne nos regala una película enternecedora, el tipo de historia reconfortante que podemos revisitar cada año.

Revisa la reseña completa de “The Holdovers” escrita por Fernanda Lagomarsino.

• Lucas Nanjarí-Salvo: “El mal no existe” de Ryûsuke Hamaguchi

La deshumanización, la ambición desmedida y la soledad son algunos de los conceptos que se unifican para dar origen a esta interpretación del bien y el mal en un contexto natural. “El mal no existe” comprende la importancia de las comunidades ecológicas y la preservación del ecosistema, más aún en áreas vulnerables. Resulta relevante visibilizar una problemática que nos compromete mundialmente, sobre todo en esta era afectada por el cambio climático.

Revisa la reseña completa de “El mal no existe” escrita por Bayron Hernández.

• Valentina Ortega: “Alien: Romulus” de Fede Alvarez

La estación Romulus, es un entorno mucho más tenebroso que la Nostromo o la colonia de LV-426 de “Alien: El Regreso”. Sus sombras son más duras y prominentes, entremezclada con los violentos destellos de neón de luces azules, rojas y marrones. Una manifestación del peligro al que están sometidos los personajes, pero también de la fascinación y el horror que despierta el espacio y el monstruo.

Revisa la reseña completa de “Alien: Romulus” escrita por Gaspar Maturana.

• Pascuala Hernández: “Las novias del sur” de Elena López Riera

Esta obra de la directora española Elena López Riera estrenada en el Festival Internacional de Cine de Valdivia y presentada como función especial en el Festival internacional de Documentales de Santiago relata la vida de mujeres del sur de España quien contrajeron matrimonio muchas veces de manera involuntaria a una temprana edad y con esto también comienzan a abrir camino en su sexualidad y placer. Un hermoso relato que comparte de manera cómica, íntima y liviana las vivencias de estas fuertes mujeres. Acompañadas con un preciso material de archivo de las fiestas de matrimonio de estas mujeres, la directora genera un dialogo del presente, el pasado y sus propias experiencias y dudas, al ser una mujer soltera que no espera casarse.

• Bayron Hernández: “La Sustancia” de Coralie Fargeat

Personalmente, disfruto y entiendo el cine como una experiencia sensorial, emocional y hasta física. En el caso de la última película de Fargeat, predomina lo repulsivo y logra transmitir un mensaje necesario -a través del shock value, claro-, logrando su cometido en cuanto a mi concepto de cine. Además, la uniformidad de los elementos que conforman una película (sea guion, fotografía, actuación, etc) la convierten en un proyecto de calidad, digno de admirar y sobresalir, como bien lo hizo.

Revisa la reseña completa de “La Sustancia” escrita por Camila Santi.

• Sergio Bazaes: “La Chimera” de Alice Rohrwacher

Con influencias neorrealistas, del realismo mágico, los cuentos de hadas y la mitología etrusca y romana, Alice Rohrwacher nos regala una película sobre lo inalcanzable: ya sea la riqueza, la paz absoluta, o la posibilidad de escuchar una última vez la voz de una persona fallecida.

Revisa la reseña completa de “La Chimera” escrita por Fernanda Lagomarsino.

Segunda parte: Películas Chilenas

• Francisca Salas: “Las demás” de Alexandra Hyland

El debut como directora de Alexandra Hyland es una obra audiovisual contra-hegemónica y un aporte destacable al cine chileno con perspectiva de género. La película aborda las temáticas del aborto ilegal y la amistad entre mujeres, con dos protagonistas que se enfrentan a un sistema hostil y, muchas veces, absurdo. Con llamativos recursos formales y un tono irreverente, “Las demás” logra elaborar un relato feminista y contingente, sin caer en el melodrama panfletario.

Revisa la reseña completa de “Las demás” escrita por Francisca Salas.

• Juan Pablo Faus: “Tesoros” de Flavia Furtado

Con una handycam adquirida en la feria, Furtado hace de arqueóloga e historiadora, fragmentando el relato en tres voces: la suya, el testimonio colectivo de los feriantes y la de una mujer maga (Lucía Furtado) que narrativiza el origen de los objetos. Con una curiosidad que sólo puede ser descrita como vardiana, el filme aborda la práctica de cachurear, (o espigar, como lo definiría la directora belga). Si bien el “cachureo” y sus derivados corresponden a una chilenización de la palabra “cachivache”, el acto en sí constituye una práctica universal y hereditaria, una que en gran parte se transmite de abuelas a madres y de madres a hijas. Es idiosincrático y ecuménico, una tradición que, como plantea la directora, siempre existió y siempre existirá.

Revisa la reseña completa de “Tesoros” escrita por Fernanda Lagomarsino.

• Sebastián Arias: “Los Hiperbóreos” de Cristóbal León y Joaquín Cociña.

Los márgenes de cada parte del relato se vuelven difusos en cada cambio de ejercicio. Del live-action se pasa a marionetas, luego a pixilación y luego a stop-motion. La meta-ficción se confunde con lo extra-diegético y no sabemos si es que en algún momento esta suerte de obra teatral saldrá de la pantalla. Dentro de una serie de acrobacias plásticas se esconden ideas sobre el mundo digital, el inconsciente colectivo y el control mental. Todo amarrado en una nube de surrealismo que quita tanto como otorga sentido a lo que sucede.

Revisa la reseña completa de “Los Hiperbóreos” escrita por Lucas Nanjarí-Salvo.

 

• Álvaro Guerrero: “Los Afectos” de Aníbal Jofré y Diego Ayala

Una película de paternidades y de búsqueda de ellas en ese espacio simbólico de otra paternidad fantasmal, Chile. Un inspector de liceo que cree honestamente en la disciplina y la meritocracia enfrenta la tragedia, la pérdida y su propio alcoholismo de las tardes. La paternidad amorosa surgirá entre lo más impensado. Amistad, paternidad, rabia, y música. Lo mejor está en un Gastón Salgado luchando por ser un ser humano durante todo el tiempo, y siéndolo a pesar de todo y de opiniones políticas diversas en el principio y el final. “Los afectos” de una paternidad fantasmal, por la que, de todas maneras, hay que luchar políticamente.

• Pascuala Hernández: “Denominación de Origen” de Tomás Alzamora

Hay veces que al cine, sobre todo en la industria nacional, le hace falta un poco de humildad y creo que el trabajo de Tomás Alzamora, no solo en esta película, nos demuestra que no siempre necesitamos a los mismos actores y directores haciendo los mismos roles para generar una verdadera leyenda del cine nacional. Longanizas, Los Angeles Negros, Pablo Chill-e y mucho más, una ficción muy chilena. Una película muy necesaria para recordarnos que nuestro país no es solo procesos constitucionales fallidos y personas gestando mal el poder, sino que somos humanos apasionados, a tal punto que, si se nos presenta una oportunidad más tentativa, la tomaremos, pero con el mismo entusiasmo, obviando totalmente lo que iniciamos.

“Denominación de Origen” estrenada en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, nos viene a recordar lo empáticos que podemos llegar a ser como país cuando nos lo proponemos y que no siempre, somos estos personajes individualistas que tanto se nos presenta en obras nacionales.

• Sergio Bazaes: “Un buen hombre” de Alexis Donoso.

La cinta nos ofrece un Macondo chileno, donde el tiempo parece tener un ritmo muy distinto al de la gran ciudad. Una localidad en la que debes ir a buscar el pan a cierta hora. O incluso donde las personas te hacen la misma observación “qué pálido que estás”. Una tensión entre urbanidad y ruralidad que se manifiesta en las expectativas de cada generación y donde el personaje de Rubén funciona como puente y barrera. Futamanque es un lugar de ficción, pero que nos resulta muy real. Especialmente, para quienes aún vivimos la experiencia de emigrar por estudios del campo a la ciudad.

Revisa la reseña completa de “Un buen hombre” escrita por Sergio Bazaes.

• Valentina Ortega: “La fabulosa máquina de cosechar oro” de Alfredo Pourailly de la Plaza

Toto, el último buscador de oro en Tierra del Fuego, tiene 62 años, su cuerpo está severamente dañado por su trabajo y se siente cercano a la muerte. Pero no puede dejar de trabajar: no está calificado para la seguridad social. Su hijo vaquero Jorge diseña una máquina que debería traerles un futuro mejor.

Revisa la entrevista que tuvimos con el director Alfredo Pourailly de la Plaza en Bitácora de Cine.

• Lucas Nanjarí-Salvo: “Cuando las nubes esconden la sombra” de José Luis Torres Leiva.

Resulta interesante el modo en que la soledad se presenta en este relato. Aparece accidentalmente desde lo climático y aunque María en la espera, interactúa en la Patagonia, lo austral del fin del mundo ofrece una conexión interna novedosa y al parecer, postergada. En la inmensidad logra encontrarse, la espera termina siendo un destino, la película pendiente es un proyecto consumado. José Luis Torres Leiva desde lo audiovisual dirige un dispositivo que se percibe terapéutico en varios niveles.

Revisa la reseña completa de “Cuando las nubes esconden la sombra” escrita por Sergio Bazaes.

• Bayron Hernández: “Denominación de Origen” de Tomás Alzamora

Es una película de la que no se ha hablado mucho. Espero sea por su recorrido en festivales, porque se me hace imposible la idea de ignorar un proyecto de esta índole. La primera vez que asistí a su función en Valdivia entré sin expectativas, pero salí maravillado y esperando, con ansias, su estreno en salas, porque merece la pena volver a verla. No sabía si veía un documental, un mockumentary o ficción, y eso me encantó.