Cold War (Pawel Pawlikowski, 2019)

Cold War: Una guerra de pasión y música

La Polonia de los años 50’ marcada por el régimen estalinista es un conflicto más, aunque no menos importante, en la vida de los artistas Zula (Joanna Kulig) y Wiktor (Tomasz Kot). Por otro lado, la música como casual coincidencia conectará la vida de ambos, llevándolos a un grado de profunda pasión e inestabilidad.

Adentrados en una casona en los campos de la antigua Polonia, un grupo de jóvenes audicionan para formar parte de un conjunto folclórico de música popular y danza. Para Zula será la oportunidad de un nuevo comienzo que la alejará de su crudo pasado y dará paso a su carrera como cantante. Para él, será algo más que un sencillo trabajo como descubridor de jóvenes talentos, más bien se tratará del comienzo de un tormentoso vivir movido por la pasión de la mujer de su vida. Es así como Wiktor, opositor a las ideas políticas autoritarias de su nación, decide emigrar a París y abandonar el exitoso grupo de jóvenes. La histriónica y bellísima Zula no lo acompaña en su ardua decisión, lo que desencadenará un vaivén de emociones difícil de sostener.

Inspirado en la historia de sus padres, el realizador Pawel Pawlikowski nos conecta en la vida de sus personajes de una forma visualmente impactante, tanto en su dirección como en su cinematografía, como ya lo habíamos apreciado en su exitosa película “Ida”, ganadora de un Oscar a mejor película extranjera el año 2013. La música es fundamental y casi protagonista en el desarrollo de la historia, alineándose con las emociones de los personajes. El folk polaco, el Jazz, incluso Elvis Presley toman presencia en cada escena, situándonos aún más en la Europa de los años 60.

La película se estrenó en Europa en el Festival de Cannes el 2018 donde obtuvo el premio a Mejor Dirección además de tres nominaciones al Oscar el año 2019 y otros premios internacionales, aclamada por la crítica europea y estrenada en Chile en el SANFIC, un film imprescindible de los últimos años.