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03 diciembre 2024, 14:12 PM | Actualizado | Chile
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La Batalla de Chile (1975): No al olvido, sí a la memoria.

Nunca dejará de ser necesario reflexionar en torno al golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. A 50 años de aquel oscuro suceso, Chile sigue manteniendo una disputa ideológica interna, arrastrada desde antes de la década del 70. Si bien las brutales vulneraciones a los derechos humanos ejercidas durante la dictadura militar han sido condenadas, los nuevos procesos constituyentes, los descontentos sociales y el nuevo auge de la ultraderecha chilena reflejan una polarización fácilmente perceptible en los extremos políticos, marcados fuerte e históricamente por la dictadura y sus consecuencias.

“La Batalla de Chile: la lucha de un pueblo sin armas” es un documental chileno constituido por una trilogía de películas. La primera parte (“La insurrección de la burguesía”) fue estrenada en 1975, la segunda (“El golpe de Estado”) en 1976 y la tercera (“El poder popular”) en 1979. Estos estrenos, debido al carácter censurador y represivo de la dictadura chilena, no fueron realizados en Chile hasta 1997, por lo que las cintas fueron estrenadas primero en 35 países de Europa, América, Asia y Australia, lo que convirtió a la obra en el documental de América Latina más difundido del mundo.

“La Batalla de Chile” exhibe y explica el contexto social, político y económico chileno entre 1972 y el 11 de septiembre de 1973, lleno de conflictos, turbulencias y un creciente descontento, reflejado en una polarización extrema, tanto popular como política. El documental trata estos tópicos a través de la recopilación de testimonios (populares y de autoridades políticas) y la grabación de sucesos y locaciones históricas, mostrándonos desde el corazón de Chile cómo se veía y se percibía el país en esos años.

La primera parte del documental se centra en la toma de fuerza política de las clases sociales más altas (la burguesía) y de la derecha, junto a sus estrategias para boicotear al gobierno del presidente socialista Salvador Allende, como el acaparamiento de productos, los paros de transportistas, mineros y trabajadores, el boicot a ministros y parlamentarios del gobierno, o la aparición de grupos radicales violentos que instauraron el caos en las calles. La segunda parte se centra en el contexto cercano previo al golpe de Estado, exponiendo el creciente descontento popular, persecuciones políticas y comunicacionales, violencia militar, entre otros sucesos. Por último, la tercera parte se centra en el auge social y político de los grupos obreros de carácter popular, ocurrido principalmente entre 1972 y 1973, mostrando sus demandas sociales y de justicia, sus esperanzas a futuro y las características de sus enfrentamientos con la burocracia y la oposición política, al apoyar al gobierno de Allende.

La propia realización y estreno de “La Batalla de Chile” es una hazaña histórica. La cinta, al ser censurada y al comenzar una represión feroz y violenta en el país, tuvo que ser editada y montada en una sala de edición del Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográfico (ICAIC), luego de que el director y guionista Patricio Guzmán, el productor Federico Elton y el ayudante de dirección José Bartolomé, tuvieran que irse de Chile para protegerse. El sonidista Bernardo Menz y el montajista Pedro Chaskel luego tuvieron que hacer lo mismo, siendo Jorge Müller (camarógrafo) el único colaborador directo del filme que no pudo contribuir en el montaje final, debido a su detención en Chile y posterior desaparición en manos de la DINA.

Desde un punto de vista cinematográfico, el documental cuenta con grabaciones de buena calidad, teniendo en cuenta que todos los registros son de 1972-73. El documental se escucha y observa bien, lo que habla del gran trabajo de filmación y montaje, tanto por la recuperación de las tomas filmadas por Müller como, también, por la calidad y coherencia narrativa del material. Las cintas, además de ser testimonios históricos, rebosan humanidad y emotividad. La recopilación de testimonios de diversos sectores de la población (clase alta, media, baja, obrera y política) permite comprender y sentir a flor de piel cómo era la vida en el Chile del gobierno de la Unidad Popular, lo que, además de servir al espectador para aprender sobre la historia de nuestro país, también permite que este pueda sentirse involucrado y sumergido emocionalmente en los problemas, dolores, frustraciones y penas de la época. Uno siente pena por los obreros ilusionados con el gobierno de Allende (y cuyas ilusiones fueron destruidas después por el golpe militar) y uno puede sentir furia por los entorpecimientos y boicots hechos por la oposición al mismo gobierno, entre otras emociones. Al final, “La Batalla de Chile” expone los sucesos históricos de la época y las emociones que estos evocaron en la gente afectada, y estos dos aspectos son igual de valiosos, si es que no tiene más valor el segundo que el primero.

La obra, a pesar de estar dividida en tres partes, se siente unificada y constituida por un relato y un hilo narrativo grande, complejo e interesante: las razones y los precedentes del golpe de Estado de 1973. Para un chileno, conocer más a fondo los detalles y el contexto detrás del golpe puede ser naturalmente interesante, considerando las repercusiones del acontecimiento en la sociedad actual, pero, y lo que es otro de los méritos de “La Batalla de Chile”, el tema que trata el documental y la forma en que está expuesto hacen que este construya una historia interesante para todo tipo de público, conozcan o no sobre la historia del golpe.

Viendo cómo se acercan los 50 años del golpe de Estado y cómo este país sigue dividido política e ideológicamente, recordar por qué nuestra historia es la que es (y por qué no hay nada que celebrar al conmemorar este aniversario) es valioso y, como dije antes, nunca será innecesario. Las tres partes de “La Batalla de Chile” cumplen con este objetivo: ayudarnos a recordar, reconocer y sentir los pesares de un Chile que, si bien forma parte de nuestro pasado, sus heridas siguen dejando cicatrices en el país en el que vivimos hoy. Tanto desde lo cinematográfico como desde lo simbólico, este documental muestra y es la historia viva de nuestro país, y es uno de los legados cinematográficos latinoamericanos más importantes de todos los tiempos.

“La Batalla de Chile: la lucha de un pueblo sin armas” se encuentra disponible en ondamedia.cl

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