Prensa y difusión de cine |
Buscar...
PUBLICIDAD Y PATROCINIO  | CONTACTO@BITACORADECINE.CL

La mancha del Golpe: el cine chileno resistiendo en la dictadura

Se cumplieron 50 años desde aquel fatídico día; una gesta cobarde que se instauró a punta de violencia y manchas de sangre en la historia de Chile. Ese 11 de septiembre de 1973 significó la pérdida de compatriotas, la desaparición de otros y la tortura de muchos más, incluyendo cineastas y audiovisuales que vivieron por dar otra visión de la vida a nuestros ojos.

Es indudable que el impacto del Golpe de Estado en la sociedad chilena ha perdurado hasta nuestros tiempos, siendo un tema sensible por la falta de justicia y reparación. El cine chileno lo ha demostrado creando obras que, desde uno u otro punto, ahondan en la trascendencia histórica del hecho.

Esta vez el enfoque está en aquellas obras que lucharon por existir durante esos tiempos oscuros y de censura, donde la voz no llegaba a salir de muchos y muchas, pero que nunca dejaron de persistir por brindar lo fundamental que nuestro país necesitaría en su futuro: la memoria para no repetir.

 

Cine en la clandestinidad y el exilio

El 11 de septiembre de 1973, las tropas militares llegaron a las oficinas y estudios de Chilefilms con el claro fin de eliminar registros audiovisuales y fílmicos que se encontraban en desarrollo. Dentro de esta casa productora existía la clara línea editorial pro gobierno de la Unidad Popular, motivo por el cual la dictadura fue con la intención de controlar la entidad.

Además del allanamiento a la empresa -en aquel tiempo estatal-, también se produjo el cierre de los departamentos y de las escuelas de cine en el país, como fueron el caso de la Cineteca de la Universidad de Chile y el Departamento de Cine y Televisión de la UTE. Se separaron los procesos de producción de noticieros y documentales por tener cercanías a la izquierda política. Como si fuera poco, en 1974 se derogó la ley que protegía al cine nacional (hoy conocida como la ley 19.981).

Todos estos acontecimientos generaron un panorama de alta complejidad para cineastas y realizadores audiovisuales, teniendo que barajar opciones de salida al problema. Distintas películas chilenas que se desarrollaban previo al Golpe de Estado tuvieron que esperar años para ser exhibidas, además de otras que no corrieron la misma suerte y se perdieron en el caos político/social.

Marcelo Morales, director de la Cineteca Nacional de Chile y fundador de Cinechile, señala que “no es fácil calcular con certeza qué películas se perdieron o no, ya que se robaron muchas, se perdieron otras de Chilefilms que hasta el día de hoy no aparecen. Gracias a la labor de la Cineteca Nacional, la Universidad de Chile y la USACH se ha ido recomponiendo ese tejido roto por el Golpe, y en ese sentido se ha podido recuperar bastante, hay mucha esperanza de que efectivamente hay más de lo que se pensaba”.

Las realizaciones sufrieron el impacto, pero sus realizadores enfrentaron el dolor y la incertidumbre. Muchos de ellos fueron apresados tras el Golpe de Estado, mientras que algunos desaparecieron, hasta el día de hoy, sin saber de su paradero, como es el conocido caso de Carmen Bueno y Jorge Müller.

Raúl Ruíz, Miguel Littin, Helvio Soto, Percy Matas, Angelina Vásquez Riveiro, Patricio Guzmán, son algunos nombres de realizadores que debieron dejar el país, y que lograron continuar sus carreras con varios hitos para la historia del cine chileno. Desde 1973 a 1983 se realizaron 178 filmes fuera del territorio chileno, y hoy podemos conocer algunos nombres e historias de aquellos que desarrollaron parte de su carrera en el exterior en aquellos tiempos de dificultad e incertidumbre.

 

Raúl Ruiz

Una de las cintas que estaba próxima a estrenarse en el tiempo previo al Golpe era “Palomita Blanca” del director Raúl Ruíz, la cual llegaría a los cines el 18 de septiembre de 1973. Esta película no llegó a ver la luz sino 20 años después. El productor de la cinta, Sergio Trabucco, organizó una función privada con varias voces críticas de relevancia en la época, además de algunos representantes de la dictadura. Fue una de las películas que se mantuvo bajo alto cuidado en las dependencias de Chilefilms.

Ruíz en los meses previos al Golpe estaba por iniciar el rodaje de la película “Interferencias”, el cual estaba basado en un hecho real que contenía antecedentes de la muerte de un obrero en Concepción. La cinta debido a los hechos del 11 de septiembre no pudo ser rodada. Tras esto, el director debió salir al exilio primero en Argentina, para luego radicarse definitivamente en Francia al año siguiente.

Ya en el país galo, realizó el filme “Diálogos de exiliados” (1975), que de forma documental y con tintes de sátira, reflejaba a una comunidad de chilenos radicados en Francia que compartían el dolor por la caída del gobierno de Allende y la fragmentación de la democracia en el país.

Tras su exilio, Ruiz se consolidó como uno de los directores más importantes de la historia del cine nacional, desarrollando gran parte de sus obras maestras en Europa como “La Isla del Tesoro” (1985) o “La Comedia de la Inocencia” (2000).

Fotografía: Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.

Miguel Littin

Uno de los grandes nombres de Chile en el extranjero durante la época de Pinochet fue sin dudas Miguel Littin. Previo a tiempos del Golpe, “La tierra prometida” era la película en la cual el director estuvo trabajando, siendo una producción ambientada en la época de la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo. La cinta estuvo desarrollándose durante 1972 y apuntaba a estrenarse en 1973, pero finalmente se logró terminar el corte final en 1991 con ayuda del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos. 

Littin continuó su carrera en diferentes países, donde dirigió algunas películas que marcaron su carrera cinematográfica como fueron “Actas de Marusia” (1975)  o “Alsino y el cóndor” (1982). Ambas cintas lo llevaron a ser nominado al Premio Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera, representando a México y Nicaragua respectivamente, un logro inédito para un director chileno.

El realizador tiene una historia interesante que tiene que ver con su vuelta a Chile, cuando en 1985 ingresó clandestinamente al país para rodar un documental titulado “Acta general de Chile”, el cual se estrenó al año siguiente. Para lograr estar en Chile sin ser reconocido, Littin se hizo pasar por un empresario uruguayo junto a un grupo de personas que le apoyaron en las grabaciones. Esta cinta reflejó la realidad chilena durante la dictadura de Pinochet en los años 80, siendo un hito que inspiró a Gabriel García Márquez a la realización de un libro titulado “La aventura de Miguel Littin clandestino en Chile”.

Fotografía: Cineteca Nacional de Chile

Valeria Sarmiento

Valeria Sarmiento es una destacada directora, guionista y montajista, quien además compartía un vínculo matrimonial con Raúl Ruiz. Ella debió salir del país al mismo tiempo que el director, donde también destacó por lograr realizar diversas películas en el extranjero.

Realizó “Le mal du pays” (1979), “El hombre cuando es hombre” (1982), “Notre mariage” (1984), entre otras cintas, además de colaborar de forma crucial en las cintas de su marido. Valeria ha trabajado hasta el día de hoy en recuperar obras de Ruiz con el paso del tiempo, entre ellas “El realismo socialista”, cinta que quedó inconclusa en tiempos de dictadura y se podrá ver en estreno este año en Valdivia. La directora y montajista es miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. 

Fotografía: Sputnik Mundo.

Helvio Soto

El director fue una pieza fundamental para el desarrollo del cine, la televisión y las artes escénicas en el país durante los 60-70’s. Helvio Soto durante sus estudios coincidió con el periodista Augusto Olivares, con quien tendría una importante amistad. Olivares falleció en los bombardeos de La Moneda junto a Salvador Allende, dicha tragedia impulsó a Soto a realizar la cinta “Llueve sobre Santiago” (1975) en su honor.

La cinta fue hecha en Francia, donde el director residía tras el exilio, cosa que le impidió volver a Chile hasta la década de los noventa. “Llueve sobre Santiago” relata los hechos del día del Golpe de Estado, mostrando imágenes de las tanquetas y la violencia en las calles en sus momentos previos.

Fotografía: Cineteca Nacional de Chile.

Patricio Guzmán

La memoria es una función que Patricio Guzmán ha promovido a lo largo de su carrera, viviendo y resistiendo a través del tiempo por preservarla mediante el cine. Sin dudas, “La batalla de Chile” (1975-1979) es una de sus obras más importantes, sino la más trascendente de aquellos años tras el Golpe, un trabajo documental-periodístico en terreno que evidenciaba la antesala de la tragedia, el momento preciso y el después de la fractura democrática.

La trilogía está compuesta por “La insurrección de la burguesía” (1975), “El Golpe de Estado” (1977) y “El poder popular”. La fotografía fue realizada por Jorge Müller Silva en cámara, detenido desaparecido junto a su pareja y también cineasta, Carmen Bueno. “La batalla de Chile” trasciende en fechas como esta, más aún a 50 años del suceso, donde Guzmán regala una pieza cinematográfica titánica y de un peso histórico que significa más que solo cine, es historia y vida.

El realizador fue detenido y llevado al Estadio Nacional, donde estuvo preso 15 días. Con ayuda de un tío, Guzmán logró mantener a salvo los rollos de “La batalla de Chile” para lograr sacarlos a Europa y conseguir finalizar la cinta que evidenciaba lo que sucedía en esos momentos en el país.

Patricio siguió su carrera en Francia, lugar donde hasta el día de hoy reside y donde pudo finalizar la trilogía de películas. El documental logró estrenarse en Chile recién en 1997 y mundialmente es reconocido como uno de los filmes políticos más importantes del cine.

Fotografía: GATOPARDO.

 

Cine hecho en Chile

Es evidente que las producciones disminuyeron categóricamente tras el Golpe y los diversos antecedentes ya mencionados, sin embargo, no se impidió en su totalidad la realización de cine, con claras pautas y peligros de censura. Diversos directores debieron realizar su carrera fuera de Chile, mientras que otros se quedaron para documentar con el riesgo en sus espaldas. Joaquín Eyzaguirre, Cristián Sánchez, Claudio di Girolamo, Silvio Caiozzi, Carlos Flores, Ignacio Agüero, entre otros, fueron casos de realizadores que se quedaron en el territorio nacional durante la dictadura y continuaron realizando cine.

En periodo de dictadura se realizaron cintas que se consideran de culto dentro del mundo del cine chileno, como “Julio comienza en julio” (1979) de Silvio Caiozzi, “El Charles Bronson chileno” de Carlos Flores (1976-1984) o “El zapato chino” (1979) de Cristián Sánchez, filmes que hasta el día de hoy perduran como grandes ejemplos de películas que lograron desarrollarse dentro del territorio nacional en la década de los 70’ en Chile.

 

“Julio comienza en julio” (1979) de Silvio Caiozzi.

 

Durante los años ochenta hubo una baja de estrenos nacionales considerables, llegando a ser menos de cinco por año, e incluso solo uno en 1987 y 1988. “No eran nadie” (1981) de Sergio Bravo -recientemente fallecido-fue una de las primeras cintas en producirse en el inicio de la década de los ochenta en el país, y por su temática en torno a una madre y su hijo detenido desaparecido, estuvo escondida durante la dictadura. 

“El otro round” de Cristián Sanchez ve la luz en 1984, y se considera el primer largometraje de ficción hecho en Chile según constata Cinechile.cl. Llegando a 1987 se esperaba el lanzamiento de “Imagen Latente” de Pablo Perelman, que debido a la censura no pudo ser estrenada hasta el regreso de la democracia. La temática de la cinta se enfoca en un hombre dedicado a la fotografía que busca a su hermano perdido, quien forma parte de la lista de Detenidos Desaparecidos.

Otro cineasta destacable en la época de los ochenta en Chile es Ignacio Agüero, quien en 1988 realizó “Cien niños esperando el tren”, cinta que también fue censurada en el país. En 1989 se lograron estrenar tres películas: “Todo por Nada” de Alfredo Lamadrid, “Consuelo” de Luis Vera e “Historias de Lagartos” de Juan Carlos Bustamante, las últimas cintas estrenadas en dictadura.

No es solo el cine de autor o por amor al arte el que logra desarrollarse en el territorio nacional, también es sabido que la dictadura generó películas de propaganda en pro de su discurso, pese a que nunca se desarrolló una industria cinematográfica como en otras dictaduras. La Cineteca Nacional de Chile ha encontrado y publicado registros en su sitio web que contienen parte de las cintas realizadas bajo este tópico.

 

Los 50 años a través del cine

El Golpe es una quemadura en el celuloide de la historia, de nuestra historia; es un agujero que permite reflexionar viendo hacia el fondo. Las películas son reflejo de ello, a través de ficción y documentales, el impacto de la dictadura está presente en distintas cintas que hoy en día representan lo que es el cine chileno: “Machuca” (2005), “La Ciudad de los Fotógrafos” (2006), “Nostalgia de la Luz” (2011), “Cicatriz” (1996), “No” (2012), son parte de ello.

En materia vinculada a su preservación, hay distintas entidades que han trabajado en pro de la mantención y recuperación de películas en Chile, como también de la labor investigativa por no olvidar a aquellos y aquellas que dieron parte de su vida al desarrollo audiovisual y cinematográfico.

Desde la Cineteca Nacional de Chile, principal organismo que ha dedicado trabajos para resguardar y recuperar registros ocultados en dictadura, hacen la invitación a conocer más acerca de este tiempo cinematográfico del país, con películas inéditas de la época y restauraciones que se pueden ver de forma online.

“Tenemos un gran especial con películas de aquellos años, como también varios registros realizados por la dictadura, además de estar recuperando archivos televisivos de la época. Estaremos llevando a cabo actividades conmemorativas hasta noviembre, cuando sea el día del cine chileno a finales del mes y enseñaremos varias sorpresas que tenemos guardadas” señaló Marcelo Morales, director de la institución.

Por aquellos que no volvieron, y por los que dieron todo por una forma distinta de ver la realidad, los que no se dejaron filmar y crear, la memoria está por ustedes. Desde inicio a fin, el cine chileno vivió y resistió en dictadura, y es por ello que nunca habrá olvido en un legado imborrable.

Fuentes consultadas: Cinechile, Memoria Chilena y Cineteca Nacional de Chile.

Publica un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.