“Sentido y razón” (2021): La revuelta social en los ojos del arte
La gran premisa de “Sentido y Razón” (Martín Pizarro Veglia, 2021) es ser un corto documental de los hechos ocurridos el 18 de octubre en adelante, desde la visión de un fotógrafo y un dúo de bailarines que ven en la expresión de su arte la forma de protestar y aportar en la revuelta social del 18-O en el país. El 18 de octubre de 2019 fue un momento en el que registrar a través de videos, fotos y audios lo que pasaba en Chile, se volvió fundamental como herramienta de denuncia ante las injusticias y violencia aplicada por el gobierno. Este cortometraje de Martín Pizarro, son 20 minutos en los que vemos a un fotógrafo darlo todo por tomar buenas imágenes, y a dos bailarines poniéndose capucha para bailar en medio de las lacrimógenas.
Inevitablemente la narración cae en algunos lugares comunes, típicos de documentales de guerra, donde se cuestiona la posición de quienes registran los hechos y su indolencia o profesionalismo ante la violencia, esta parece ser la gran disyuntiva de Andrés Larraín, fotógrafo publicitario que cuenta cómo fue retratar los viernes en la “zona cero”, desde el riesgo a perder un ojo hasta ver las detenciones injustas. Los otros protagonistas, Los zuinger, bailarines de jazz en el barrio Lastarria, se dedican a bailar encapuchados en medio de las protestas, y el “campo de guerra” que fue por meses la esquina de Vicuña Mackenna y la Alameda. Para ellos es fundamental politizar sus cuerpos y expresar a través de su baile lo que está pasando, textual uno de ellos dice “a mí me gustaría poner en escena argumentos políticos con el cuerpo, no que sea solo danza por danzar, sino que signifique algo”.
El relato de Larraín queda a medias en el cortometraje, justo cuando empieza a mostrar esas reflexiones sobre la ética y la empatía con el objeto o las personas fotografiadas, pasamos a ver a dos bailarines que más allá de su discurso, su único acto más político es encapucharse y ser dos hombres que bailan apasionados, en contra de la tradición heterosexual, y al ritmo de La Lira Libertaria, tampoco es abordado en profundidad el ser parte de la comunidad LGBTIQ+, solo hay breves relatos que pasan casi desapercibidos.
En sí es rescatable que este sea un registro de los hechos. Pensándolo a futuro, es algo que fácilmente se pueda mostrar en los colegios para ver cómo era estar ahí, en Plaza Dignidad, aguantar el picor de los gases, y arrancar de los pacos. Sin embargo, carece de profundidad, se pierde en presentar a los personajes y el arte de cada uno, pero los testimonios y secuencias no ahondan en cómo impacta todo lo que ven y sucede a su alrededor en sus vidas, en la ética de sus trabajos artísticos, o en sus propias sensibilidades. Pizarro se queda en el espacio del registro, pero no hay grandes reflexiones a cómo viven los personajes la violencia e injusticia que al final los inspira a crear. Y si bien el nombre “Sentido y razón” apela a la dualidad del hacer arte (fotografía y danza) con hechos violentos y de carácter político, no logra demostrarlo.
Martín Pizarro ha realizado dos documentales: este, y uno sobre el grupo de cumbia Santa Feria, “Pa’ que lo baile como quiera” (2021), y se nota; hay temáticas totalmente dispares entre ambos trabajos, desde el trabajo de grabación, hasta el estilo y montaje de cada uno. Por una parte, el registro de la banda en sí tiene una estructura a pesar de ser documental, hay fechas, horarios y más allá de algún conflicto o punto de inflexión la tarea de montaje, edición y estilo pueden controlarse, hay mayor claridad de lo que se va hacer.
En cambio, con “Sentido y Razón”, Pizarro sale a la calle con una cámara casera y va armando en la marcha, depende de los hechos que pasan a cada minuto, del acontecer nacional, de la integridad de los protagonistas, el proceso en general está siempre dependiente de una serie de factores externos. Lo más probable es que el montaje haya variado con el pasar de los días, y que el director tenga material de sobra que fue desechado en pos del tiempo y del objetivo final, que también puede diferir de su primera motivación al salir a grabar. Hacer un documental sobre música, de una banda, donde los conflictos se desarrollan en torno a la dinámica del grupo y a la creación musical es un tema más digerible para la audiencia que ver a cómo la policía dispara a las personas y las deja sin visión.
Siendo entendible que hacer un cortometraje siempre representa el desafío del menos, es más. Contar historias en el menor tiempo posible no es fácil, menos si es sobre un tema del que pasaron dos años, es casi como hablar de una pintura que todavía está fresca y se mira de cerca, no hay una claridad total de lo que es. Pero ahí está, se sabe que el resultado final depende de lo que vaya pasando, de la realidad, y por ahora Chile se encuentra en pleno post 18 de octubre. “Sentido y Razón” ha ganado dos premios internacionales, en Argentina e Israel, también tuvo una participación en el Festival de Cine de Iquique 2021, en la muestra disidentes LGBTIQ+, por la participación del dúo Los Zuinger.
“Sentido y Razón” (Martín Pizarro Veglia, 2021) fue parte del 13º Festival Internacional de Cine de Iquique (FICIQQ).