Alejandra Carmona por Zurita, Verás no ver “Me gusta cuando el cine te lleva a ti mismo”

Zurita, verás no ver, documental dirigido por Alejandra Carmona Cannobio estará disponible en la salas de Miradoc en diferentes ciudades del país desde este jueves 3 de octubre.

Este documental chileno el año 2018 se presentó en Antofacine, el Festival Internacional de Cine de Antofagasta, como película inaugural. En esta instancia, tuvimos la oportunidad de conocer la historia y a su directora, Alejandra Carmona, quien amablemente nos acompañó e invitó a un inolvidable café y conversación.

El largometraje, en ese momento, venía recorriendo diferentes festivales como FIDOCS y FICValdivia 2018, además de haber participado en el mercado internacional Visions du Réel en Suiza.

Alejandra, estudió filosofía y se graduó como Directora de Cine en la Academia de Cine y TV en Alemanía. Su primer largometraje llamado En algún lugar del Cielo, estrenado el año 2003, es quizás, el punto de partida y reflejo de su propio dolor. La muerte de su padre en dictadura marcará para siempre la forma de hacer cine de Alejandra. Un cine que no deja indiferente a nadie, porque cuestiona la forma en que la política y las ideologías irrumpen en nuestras vidas.

La representación de sus ideas respecto a una muerte ejercida por la violencia, le llevó a recorrer un camino donde encontró a uno de los personajes y artistas chilenos más relevantes de la lucha contra los atropellos de los derechos humanos, el poeta chileno Raúl Zurita. Arte, poesía y muerte, parecían ser la mezcla perfecta que la creadora encontró para manifestar su idea en torno al dolor.

BC: Alejandra, cuéntanos, ¿cuál fue tu vinculación con el tema de la muerte?

Mi vinculación con la muerte viene desde pequeña; un día, como a los 6 años, en medio de un sueño, me di cuenta que me iba a morir, desperté con una angustia tremenda y me puse a llorar y le dije a mi máma “¿cómo es posible que nos vamos a morir? ¿Tu también te vas a morir? ¿Y para qué estamos viviendo si al final nos vamos a morir todos?”

Desde ahí, realmente ha sido una obsesión, y lamentablemente, poco tiempo después, me tocó ver a la mitad de mi país morir con la dictadura militar, por lo que seguí enfrentada a esa problemática que no terminaba, y no ha terminado hasta ahora.

En el caso del documental, he girado completamente la mirada hacía la temática del asesinato, sobre el atropello al derecho humano de la vida. La muerte en sí, es una pregunta que uno no puede responder, ni solucionar, pero uno sí puede hacer conciencia para que no ocurran más injusticias de este tipo. Y el cine puede ayudar a enfrentar esto.

BC: ¿Qué elementos consideraste al momento de trabajar el guión?

Reconocí la obra de Zurita y lo vinculé como hilo conductor, desde sus instalaciones poéticas en el paisaje, y también, aquellas intervenciones o autoflagelación que cometió contra su propio cuerpo. Entonces ahí me dí cuenta que estaba trabajando con dos ideas centrales, que son las que se despliegan en el guion de la película. Que es la idea del cuerpo y la idea del paisaje. Y también me interesaba abordar la enfermedad, el deterioro del parkinson.

A partir de ahí, comencé a desarrollar la idea de la corporeidad del espacio (la tierra y el cielo) vinculando el cuerpo de Zurita, que es un cuerpo frágil y curvado por dolor. Y al plantear esta idea del paisaje como un cuerpo, y al pensar en cómo puedo hacer notar que la tierra es un cuerpo, fue que utilicé los drones y las alturas, porque quería retratar desde lejos estos elementos, para lograr tener la visualidad que buscaba.

Desde ahí se empezó a dar un poco el tratamiento y la poética que tiene la película, con estos grandes planos generales, con el cuerpo de Zurita perdido en el paisaje en esta inmensidad.

BC: ¿Cómo esperas que el público reaccione con la película? ¿Qué es lo que te gustaría generar en la conciencia de los espectadores?

Me gusta cuando el cine te lleva a ti mismo, cuando veo una película y me devuelven no solo un gozo, si no que me despierten preguntas. Y eso es lo que me gustaría lograr con la película. Zurita, es una persona que continuamente se enfrenta a la muerte, a su enfermedad, a la tortura, y está trabajando siempre en terrenos de temáticas incómodas, y yo creo que si nosotros como humanidad no nos enfrentamos a esas temáticas incómodas, vamos a estar siempre ocultando cosas y actuando de una manera que no es la más sana, porque empezamos a atropellar al otro, por frustración.

Es bueno abrir, conversar y enfrentar las zonas oscuras. Es también mi propia experiencia. Con Zurita hemos trabajado a través del arte el propio dolor. A mi padre lo asesinaron en dictadura, y a Zurita lo torturaron. La única manera que uno tiene para sobrellevar una muerte injusta, es enfrentándola, no negándola. Y me da la impresión que la humanidad muchas veces tiende a negar y a evadir estos temas, reemplazándolo por el consumo y la tecnología. Por eso, cada día somos más violentos, estamos más solos, más ansiosos y nos enfrentados menos a las verdaderas preguntas, como ¿para qué vivimos? y ese tipo de preguntas, es la que me interesa despertar en la gente.

Revisa la cartelera de Miradoc en: http://miradoc.cl/zurita-veras-no-ver/