“Notas sobre un verano” (2023): Lo que saben los indecisos

• La cinta española dirigida por Diego Llorente se presentó en la sexagésima cuarta edición del Thessaloniki International Film Festival (TIFF) en Grecia, participando en la Competencia + Meet the Neighbours.

“Me he perdido” son las últimas palabras de Marta (Katia Borlado) en “Notas sobre un Verano” (2023). Se refiere a las instrucciones que intenta seguir para armar un mueble. Perfectamente podría estar hablando también de la sensación que le dejó el verano que acaba de vivir en su pueblo natal. Se reencontró con Pablo, vieja pasión; con sus amistades y retomó la creatividad que no tiene en Madrid, donde reside ahora.

De por sí tal estación del año es un cambio de certezas y una intensidad pasajera. Llorente ya había sugerido esto en Agostu (2017), su primer corto. Y ya este nuevo título resalta que la obra tampoco pretenderá reflexiones definitivas, “solo” anotaciones que, como toda acción de tomar notas, pueden quedar dispersas en un cuaderno y, eso sí, fijas en la memoria con un dejo de “no olvides que también hiciste esto”.

Diego aprovecha la brevedad, de las tomas y de la historia en su conjunto, para palpar la cercanía a la vida anhelada por Marta. Su día a día capitalino está acompañada por Leo, un novio que se preocupa por ella, que la cuida y quiere. Que ella además tenga un empleo como entrenadora de natación es una agudeza sobre cómo supo dosificar, si se quiere, la vida en las costas y el mar de su adolescencia. 

El primer plano al inicio establece en varios niveles los matices a tener presentes luego para entender lo complejo de tomar una decisión, más cuando se trata de los sentimientos. Por un lado, esta es la primera vez que vemos a Marta y ella está de espaldas, con su traje de natación azul. O sea, quizá nunca veamos del todo las decisiones que ella toma. 

Luego, en el mismo plano secuencia, dos líneas rojas y blancas, en el fondo ligeramente desenfocado, establecen la perspectiva del encuadre. Con todo lo que puedan hacernos sentir ambas tonalidades y cuando queramos ponerle límite a tal sensibilidad razonando que una piscina suele tener estos colores, atendamos a otro detalle: el calentamiento de Marta moviendo su cuello advertirá que en temas del corazón, la cabeza no se queda quieta.

Por este y muchos otros planos, uno de los hallazgos en la obra del realizador es el trabajo visual de Adrián Hernández. El verano propuesto acá será tan luminoso como gris, y granuloso sin perder nitidez. Tales ambivalencias remarcan en esta historia el disfrute de lo que ya no se tendrá y la dificultad de continuar adelante sin esto.

La química de Borlado con Antonio Araque y Álvaro Quintana, quienes interpretan a ambos amantes, se siente como dos maneras muy diferentes de vincularse, cada una con su respectiva exclusividad. Y sea lo que la protagonista decida según las supuestas demandas de la vida adulta, las tres interpretaciones han hecho gozosa la pérdida que siempre estuvo cantada desde que reapareció el exnovio. Por esto las palabras del final se mantienen discretamente elocuentes mucho después de que la obra acaba.

Revisa el trailer de “Notas sobre un verano”