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Sebastián Ayala “La gente ha pensado sobre mi, que todo se trata de suerte y en mi lugar ha sido 90% de trabajo”

En la pasada versión del Festival Internacional Antofadocs tuvimos la oportunidad de conocer de cerca el trabajo de Sebastián Ayala, actor, director y dramaturgo chileno nacido en Valparaíso quien ha desarrollado una sólida carrera profesional en teatro, cine y televisión. En el certamen asistió como presentador de los largometrajes chilenos Mala Junta (Claudia Huaquimilla, 2016) y Jesús (Fernando Guzzoni, 2016), ambas en la categoría de competencia nacional donde formó parte del elenco.

En cine, su primer acercamiento fue con el largometraje chileno La pasión de Michelangelo donde realizó el rol protagónico, este proyecto dirigido por Esteban Larrain fue estrenado en el Festival de cine de Roma, una película que Ayala desarrolló en paralelo a su formación en la Universidad de Valparaíso mientras cursaba la carrera de actuación.

En este periodo, Ayala comienza a realizar su primer proyecto como dramaturgo escribiendo y dirigiendo “Colgadas de Peñalolén” una obra de teatro sobre el juicio a tres mujeres que integran un comité de allegadas, procesadas luego de un incidente tras una protesta para conseguir terrenos para viviendas sociales, donde amenazaron con quemarse a lo bonzo para presionar a las autoridades. En el lugar, ocurre un accidente, una de ellas se quema y parte del techo de la Municipalidad también. Las mujeres fueron detenidas y procesadas durante un año, vinculándolas a la ley anti terrorista e intento de homicidio hacia el Alcalde. La obra fue estrenada en la Sala de la Universidad de Playa Ancha y tuvo funciones en la Universidad de Valparaíso y en la ciudad de Casa Blanca en la Quinta Región.

Sebastián Ayala – “Me enteré del caso después del terremoto y mis vecinos que vivían en frente tenían de allegados a una parte de su familia. Vivir en esa condición es mucho más común de lo uno cree. Y me di cuenta que había vivido mucho tiempo así. El hecho de no tener casa, ni un territorio donde digas “este es tu lugar” te hace vivir en una condición de inestabilidad y de angustia. A partir de eso, escribí esta obra, de tres mujeres en este juicio”

Ayala ha realizado ya 8 proyectos fílmicos, participando en diversos roles. Por otro lado, en televisión su papel más conocido fue en la serie “El Reemplazante” de TVN donde interpretó a “Maicol”. Actualmente tiene un nuevo proyecto largometraje en desarrollo, llamado “La Isla de las Gaviotas” como director, guionista y personaje protagónico.

Cuéntanos sobre “La Isla de las Gaviotas” tu nuevo proyecto en desarrollo que formó parte de SANFIC industria ¿Cuál fue tu motivación para realizar esto?

Sebastián Ayala – “La Isla de las Gaviotas tiene varias motivaciones, por un lado hay una motivación muy personal con mi adolescencia, sin necesariamente ser una autobiografía. Es una revisión de la ciudad donde crecí que es Valparaíso, la bohemia y lo vertiginoso que es la noche del puerto…Quise realizar algo sobre la búsqueda de la identidad, la búsqueda de un espacio de libertad, de ser feliz y amar de manera libre. Esa es como la principal motivación, que se cruza con la vida de algunos amigos, procesos de vida anteriores y una investigación también sumada desde el proceso de mi obra “Agorafobia: la inversión de la culpa y el perdón”, que habla sobre el incendio de la Discoteque gay Divine en Valparaíso en los años 90 que sufrió un incendio donde murieron 17 personas. En este proceso, mientras escribía esta obra de teatro documental, investigué el caso en detalle y entrevisté a testigos, sobrevivientes y familiares. Me di cuenta que había una gran parte de la historia de la comunidad LGBT de Valpo que no había sido contada, muchos relatos interesantes de la época del 70 en adelante que están solo en la tradición oral. Me interesó mucho retratar esto y llevarlo al presente…”

Nos comentabas que muchas veces la actuación no es considerada en algunos medios profesionales que abarcan cine chileno ¿Qué consideras respecto a esto?

Sebastián Ayala – “En las instancias que existen de análisis del cine chileno o de la industria se hablan de varios de temas, áreas que involucran al guión, al desarrollo de proyectos, pero en ninguna parte se habla del proceso de construcción de personajes o de la actuación para la cámara, o de la profesionalización de la actuación para la cámara en Chile…Siento que falta una escuela de dirección de actores que sea potente en Chile, que enseñe lenguaje y que enseñe códigos que permitan comunicarse entre el director y el actor. Me ha tocado muchas veces estar en el set con directores con trayectoria y algunos estudiantes de cine que no tienen un lenguaje adecuado al momento de darle una instrucción al actor y tampoco al momento de la construcción del personaje muchas veces los directores no saben acompañar a un actor, entonces desligan ese trabajo al actor para que busque intuitivamente. Yo también creo que la actuación tiene mucho de intuición, pero desde mi lugar, como director y actor, veo la dirección como un acompañamiento y como una guía, donde uno como actor esta al servicio de otra idea, al servicio de la creación de otro, entonces cuando ese otro no es claro y no es preciso a la hora de expresar qué es lo quiere conseguir con su obra es difícil, puedes conseguir que los actores logren cosas espectaculares pero cada uno por su lado, en su propia línea distinta, en tonos distintos, algunos van a acertar, otros no tanto, entonces también creo que la actuación se trata de reunir estos elementos. De tener los ingredientes y ponerlos a todos en un mismo tono, en un mismo nivel. Entonces me ha pasado mucho eso, y hay que tener mucho conocimiento del lenguaje técnico de la actuación. La actuación es una técnica finalmente, y pasa mucho que en Chile, en los últimos años, en el Audiovisual que se han incorporado muchas personas que no son actores, algo que me parece interesante pero que también me parece un riesgo a la hora de hablar sobre técnica actoral…”

Según tu experiencia de trabajo, desde la actuación y desde la dirección ¿Cómo se debe conectar el director con el actor?

Sebastián Ayala – “Creo que principalmente es la comunicación y saber expresarse, hay muchos directores que no saben usar bien las palabras y no dan instrucciones claras. A veces hay actores que les da lo mismo, pero yo creo que es un problema, porque no se saben comunicar. También hay otros casos, hay directores que simplemente no se comunican con los actores, les dan un par de instrucciones y se van del set, están como en sus celulares, esperan que pongan la cámara, que monten luces, miran por el monitor, y si repiten, repiten por una cosa técnica pero como de actuación, no te dan ninguna indicación.

Pero sin duda, he tenido experiencias maravillosas en el set como con Claudia Huaiquimilla por ejemplo, la única mujer directora con la que he trabajado profesionalmente. ​Es una mujer increíblemente honesta, amable, cariñosa con su equipo y muy apasionada con lo que hace. Eso como actor se siente y además sientes la claridad con la que quiere expresar su idea. Finalmente en proyectos como los de Claudia sientes que eres una pequeña parte de un gran proyecto, con convicciones y con un mensaje claro.

También sentí eso rodando El Reemplazante con Nicolás Acuña, sentí mucha compañía desde la dirección, es muy cercano, comprometido con el tema y muy preciso a la hora de dirigir a los actores. En ese sentido la construcción del personaje Maicol se potenció a partir de detalles que Nico estaba viendo desde afuera, afinar un gesto, una pausa, una acción que tal vez no percibes al actuar. En estudiantes de cine también he encontrado gratas sorpresas, quizá no desde la técnica sino desde el trato humano, fundamental a la hora de trabajar las emociones de los personajes.

¿Esto crees que va más allá de la personalidad de los directores o actores?

Sebastián Ayala – “Yo no sé si exista una forma, pero creo que mientras uno sea honesto consigo mismo, sea leal con ese primer impulso, no retractarse, ni arrepentirse, ni culparse de las decisiones que uno tome, más libre vas a ir siendo al momento de crear. Creo que hay un lugar de la creación artística, sobre todo en Chile que es muy autoreferente y que espera muchas cosas de ti, desde un lugar muy académico, yo he tratado que toda mi creación nunca vaya por ese lugar.

Les diría a los que quieran entrar a estudiar actuación o cine que lo hagan desde el corazón, desde lo que sienten. Si en el camino se van interesando y va encontrando un lugar, claro hay que profesionalizarlo, buscar un método y armar una estrategia. Nada es tan improvisado y nada se trata de intuición e impulso, porque hay que trabajar para eso, hay que ser consiente con eso y ser honesto con ese impulso. Y a mi me pasa, que la gente ha pensado sobre mi, que todo se trata de suerte y en mi lugar ha sido 90% de trabajo”

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